09 febrero 2007

Las historias de amor no siempre terminan mal

Orgullo y Prejuicio de Joe Wright (2005)

Leyendo el libro “La Separación” de Daphne Rose Kingma (Edit. Lumen) me di cuenta que he visto demasiadas películas de amor; que traigo conceptos tan arraigados sobre este sentimiento que en definitiva pueden llegar a ser muy dañinos cuando ocurre un rompimiento. ‘Estaremos juntos para siempre’, ‘con tenerte he conseguido todo lo que deseaba en esta vida’, ‘hasta que la muerte nos separe’ y tantas otras lindezas (bonitas, ciertamente) que solemos decir y que se han ido enraizando en nuestra forma de pensar de generación en generación.

Y me preguntaba como es que hay parejas que duran tanto tiempo juntas. Al menos mis conocidos de edad avanzada continúan juntos (no así mis padres). Y decía esta autora que en épocas pasadas, uno de los principales motores de las uniones era buscar el bien común y que este principio regía incluso (a veces) por encima del sentimiento mismo del amor. Pasaban los años, llegaban los hijos, los criaban y cuando se daban cuenta, esa búsqueda material del bien común prácticamente se había conseguido, pero a esas alturas ya poco había que hacer y el permanecer juntos hasta el final, se daba por hecho, a la par de que, en esas épocas, el índice de vida era realmente bajo, con lo que efectivamente, lo que separaba a las parejas era la muerte de uno de ellos.

Pero hoy el cuento es otro. Al parecer las parejas nuevas son en su gran mayoría autosuficientes, en muy poco tiempo realmente se pueden hacer de un buen lugar para vivir, con lo que empieza a ‘sobrar’ tiempo para profundizar en el ‘yo’ interno y en tal sentido, damos rienda suelta a buscar la satisfacción de conceptos más elevados y es aquí donde comienzan a surgir los problemas porque nos volvemos demasiado críticos explorando las cualidades de nuestras parejas, tenemos tiempo para empezar a desear algo mejor, algo que llene expectativas que no han sido plenamente satisfechas y es toda una revelación saber que inconscientemente estamos ‘utilizando’ nuestras relaciones actuales para evolucionar nuestro ‘yo’ interno. Léase, una evolución psicológica, mental, de conducta y hasta profesional.


Amelie de Jean Pierre Jeunet (2001)

¿Vaya revelación eh? La escritora señala que gran parte de nuestra búsqueda de aquello que complete nuestro crecimiento, se debe a deficiencias o carencias que tuvimos en nuestra niñez principalmente, es decir y por ejemplo: si la madre no nos dio suficiente afecto, seguramente la pareja que busquemos para matrimoniarnos será una persona cariñosa y que esté al tanto de lo que nos ocurre. Entonces, ¿en que momento sobreviene la crisis? Pues nada, que al parecer cuando esta persona carente de amor considera (inconscientemente) que ha quedado satisfecho de cuidados y de amor casi maternal por su pareja, comienza a pensar en subsanar otras necesidades (profesionales, por ejemplo) y seguramente estas capacidades no las tenía la pareja en cuestión cuando empezó todo el romance (pues estaba mas ocupado tratando de que lo apapacharan) y ahora se da terrible cuenta de la realidad: su pareja no puede llenar este nuevo requerimiento y comienza la rutina y a bajar el interés y deseo y en consecuencia, a buscar quién si cubra esta nueva necesidad.

Todo esto entonces, conlleva a que en estas épocas lo realmente extraño es encontrar parejas que duren ‘toda la vida’ y al parecer hay que conscientizarse de que en nuestras vidas no tendremos una, sino varias parejas que habrán de ayudarnos a completar nuestra evolución. Pensar así (señala la autora), hará que nuestros rompimientos los llevemos a cabo con dignidad, elegancia y que no representen el trauma que usualmente significan y que nos deja literalmente destruídos.

La vida prometida de Olivier Dahan (2002)

Es claro que todos tenemos necesidades distintas por lo que después de leer esto, me preguntaba: ¿y en que momento entonces estaré mucho tiempo con alguien? Al parecer la respuesta es, encontrar a alguien que esté a la par que nosotros en nuestra evolución y vida en general (pá pronto, ya maduros y no necesariamente por edad) para que la relación esté en igualdad de condiciones y que la convivencia sea perdurable.

Estaba yo con todo este revoltijo de ideas en la cabeza, cuando una compañera de la oficina se me acercó mientras leía el libro (en un rato libre, ¡claro está!) y me dijo: '¿qué lee?'... le contesté: ‘una especie de explicación para no sufrir tanto en los rompimientos de pareja, este libro lo debí haber comprado hace algunos meses...’ A groso modo le expliqué de que trataba el libro y al final me dijo: ‘oiga pero y en todo esto, ¿donde queda el Amor?'

Entre el aturdimiento de la pregunta, sólo pude decir: ‘pues si, ¿verdad? que duro y que desencantante es pensar que intrínseco a ese concepto y sentimiento universal, está el utilizarnos para crecer' -concluí.

Ya solo en mi habitación, de plano tuve que pensar que todo el proceso de enamoramiento, es una especie de motor que nos empuja a hacer cosas. Sentir emociones, sentir que la sangre corre al ver a ese alguien especial y aunque en estos tiempos esos sentimientos puedan durar poco (aún echándole ganas, uno nunca sabe) finalmente es algo que nos hace sentir vivos y por ello, aunque vengan rompimientos posteriores, vale la pena experimentarlo.

Dear Frankie de Shona Auerbach (2004)

Asi que por aquellos que aún mantienen la flama del amor (o debí decir ‘que ya terminaron su evolución’) es que conservo la esperanza de que no siempre las historias de amor terminan mal.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola David!
Antes que nada, confesar que ese tipo de libros a mí me da dentera, porque... qué bueno sería tener manuales para vivir, verdad?

Todavía recuerdo la cara de horror/asombro/desencanto de una amiga mía que se casó mucho antes que yo (y para quien la primera discusión grande con su esposo fue casi el fin del amor, imaginate) cuando le dije con total calma que yo no quería que mi entonces novio, hoy esposo, estuviera enamorado de mí. Que yo quería eso sí, que me amara.

Explico... para mí estar enamorado es como muy bonito, pero uno tiene la cabeza llena de pajaritos; uno en realidad idealiza la relación y también a la persona que tiene al lado. Y el otro pobre es un simple mortal... igual que uno.

Entonces, yo valoraba más que él me amara, como decía una frase que leí hace tiempo, "a pesar de lo que soy". Con mis errores, con mis defectos, pero que estuviera ahí. Y viceversa, claro.

Puede sonar deprimente, pero yo creo de verdad que uno en una pareja no siempre está radiante y feliz, no siempre el otro es nuestro perfecto complemento, pero uno trabaja para que la relación persista. No estoy tan de acuerdo en que la relación duradera sea con quien nos encuentre ya maduros, sino más bien, con quien nos acompañe en el crecimiento (y viceversa, otra vez).

Cuesta y es difícil. Pero la frase "hasta que la muerte nos separe" (en mi caso fue "todos los días de mi vida") es una declaración de intenciones. Uno arranca con las mejores, y a veces ni las intenciones más buenas son suficientes.

Y dónde queda el amor, como te preguntaron... está por todos lados, porque uno tiene que querer mucho a otro para quererlo a pesar de los malos momentos, a pesar de los mutuos defectos, a pesar de que a veces más que príncipes o princesas azules, nos quedemos solamente en sapitos.

En fin, espero no sonarte depre. Por acá van 11 años (13 en total) y con sus momentos buenos, malos o excelentes, todavía seguimos. Pero recetas, no hay...

Un abrazo
Patricia

Anónimo dijo...

Hace tiempo, Paty, cuando no salìa del shock de un rompimiento y que sentìa que la vida se me iba, busquè por todos lados esa receta que tu mencionas para salir del hoyo. Ante el desconocimiento total (siendo mi primera y unica relacion) de què hacer, me di a la tarea de implementar mis propios procedimientos: hacer ejercicio, meterme de lleno al trabajo, no escuchar canciones de amor (fue cuando descubrì a Moenia y hoy entrarian en mis 10 pasos para -intentar- superar depresiones amorosas (de rigor) y mantener en general ocupado tratando de distraer mi atenciòn en otras cosas y no hundirme.

Fue tal el shock que sufrì que si alguien me hubiese dicho parte de lo que maneja la escritora esta (psicoterapeuta, por cierto)en su libro, tal vez mi salida del hoyo hubiese sido sino mas ràpida, màs consciente y con cierta luz en el camino. Coincido contigo en que no hay recetas, pero si siento que es bàsico conscientizarse de una buena vez, que...en esta vida andamos solos y que los demàs no nos pertenecen. Si conseguimos la compañia adecuada (la madurez no està casada con la edad) es muy posible que los momentos de felicidad sean frecuentes y duraderos, pero siempre hay que tener -por ahi, guardado en el subconsciente- que hay que estar preparados para asimilar lo mejor posible si la persona nos llega a abandonar...

Tampoco soy afecto a los libros de receta de vida, pero este en particular si te da una visiòn -que aunque desencantada- puede ayudar a superar las pèrdidas.

Lo curioso de estos es que...cuando llega el amor, la verdad todo lo leìdo se va al traste, con lo que uno casi casi vuelve a empezar.

Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola! Por eso empecé diciendo que a mí me dan dentera esos libros, pero de ningún modo considero que no sean de utilidad para otros, como puede haberlo sido para tí.

Simplemente es que no estoy muy de acuerdo con sus postulados, nada más. Por más psicoterapeuta que sea, no creo que sea tan así... con todo respeto hacia la profesión, que estoy rodeada de ellos y además, me han ayudado mucho también.

Dicen quienes me conocen muy cercanamente, que soy primero racional; yo diría lo contrario... pero estoy más convencida de que tal vez tengan razón. De ahí es todo lo que te comenté sobre mi experiencia.

También es cierto que no llegué a esta pareja actual sino antes de haber pasado por otras, algunas totalmente olvidables, otra muy significativa dentro de nuestra extrema juventud y otra directamente nefasta. Entonces, cuando nos conocimos, los dos sabíamos bien qué queríamos y qué no. A mí no me pasó tanto eso de que se me fuera al traste lo aprendido: tuve mi momento de embeleso, pero después traté de abrir los ojos.

Aún así, han habido temporadas muy buenas y temporadas muy malas, hemos crecido y no siempre en la misma dirección; hemos cambiado. En algún momento se habló de separación, incluso, hace ya tiempo... El tema es que es cierto, estamos solos y no somos dueños del otro.

Pero si hay real compromiso con el otro y con la relación, entonces el abandono será la última solución, la más extrema. Porque estar con alguien pensando que un día nos puede dejar, tampoco es saludable. Sí, estaríamos preparados, pero... es vivir con una sombra siempre sobre la cabeza.

Y del mismo modo en que decías que uno vuelve a enamorarse y todo comienza de nuevo, yo pienso que como cada ruptura es distinta, nos encuentra en distinto momento, por más que uno intente prepararse, igual nos duele. Por otra parte, no hay que perder de vista que un día podés ser tú el que quiera terminar algo. Y eso a veces, también duele. Cuando uno sabe que para uno es mejor terminar algo, igual duele, por el tiempo que se invirtió en ello.

Un abrazo!
P.

Arkturo dijo...

una belleza tu blog

te has agregado a lo básico

Anónimo dijo...

Patricia tiene razón.

Sólo añado que parece existir una especie de secuencia.

Las primeras relaciones están basadas en la atracción, de la que surge el enamoramiento en medio de ferómonas (ví El Perfume y me gustó bastante como para defenderlo como CINE, aun frente al libro, etc).

Luego de varios crash para el crush y puede ser que entonces si se encuentre el amor, o sea ese que se desarrolla en la convivencia diaria, con una pizca de enamoramiento que queda (ahora, parezco cocinero, eso me pasa por ver varias cintas de chefs y especias).

Pero no hay recetas.

L@s Psics (algun@s más loc@s que sus pacientes) ayudan pero no son una panacea.

Claro si uno hubiera tenido más conocimiento o más experiencia, no se hubiera uno embarcado con ciertas gentes en determinadas situaciones de pareja, sobre todo en la alcoholescencia o primera juventud. Ya que, parece ser, uno siempre espera que los defectos de la pareja desaparezcan o se atenuen, o sea, que el otro o la otra cambie... Pero he visto que la gente no cambia como uno espera sino que se adapta (me cae que no es lo mismo) y, uno tampoco cambia, se adapta.

Así, llegué a la idea de que "prefiero las amistades largas a los romances cortos".

El problema no sólo es que la gente cambia lentamente o se adapta idem, sino que permanecen en una especie de adolescencia perpetua mental y existencial (el desmother antro-pológico por encima de la relación): eso los lleva a ser enamoradizos pero no amantes. Otros nacen vetarros mentales, y a los 57 tienen conductas de 95. Esos nunca sirvieron para el amor pero presumen de sus viejos ligues (la vida pone a cada quien en su sitio).

En fin, ya dije lo que dije, y sólo quería decir que Patricia tiene razón.

FIRMA: El admirador de Halston (la UNICA vez que fuí fetichista de olores fue con un Halston combinado con el olor natural de una fotógrafa, a long time ago. Pero esa es OTRA historia).

Anónimo dijo...

No tienen por que terminar mal todas. O no todas tienen por que terminar bien.

Aveces es necesario que terminen y que terminen ya que en ello hay envuelto; Aprendizaje, ensenanza, madurez y oportunidad. El llevar una relacion, nos abre infinidad de cosas por vivir. El terminar una relacion nos permite vivir aun mas infinidad de cosas. Aunque no es facil sobre ponerse al termino de una relacion cuando uno aun ama, con el tiempo uno mismo se da cuenta que ese alguien ya no es tan necesario, que ese alguien no resultaba del todo vital para poder seguir. Simplemente 'cieta manana te das cuenta que se fue' y ya. Solo que aveces somos muy dados a NO querer olvidar a esas personas por que creemos o caemos en la idea de que si comenzamos a olvidar o a no pensar en ellas, es que no les amamos lo suficiente o nos da miedo 'olvidarles' asi como asi. Y ahi es donde entonces entra ya el mazoquismo y la autocompasion.
Saludos.

Nyman dijo...

Paco, Paty y Josè...No crean, este 14 de febrero me estan bombardeando por todos lados con conversaciones sobre el AMOR...y casi puedo decir que tienen ustedes la boca llena de razòn. Algo me atrapò de una persona que oì en la radio: Si, pasiòn...intimidad, pero tambièn madurez y sobre todo COMPROMISO es lo que le da fuerza a una relaciòn y hace que perdure...vìa los mecanismos que tan bien señala Paty (a quien le mando un abrazote por cierto). Si bien es cierto, no es posible estar pensando que nos van a abandonar (aunque la sensaciòn que yo tengo tan fuerte es por lo cercano de mi acontecimiento) seria una tortura y como dices Paty, a la mejor un dia de estos nos toca a nosotros ser los que abandonemos y seguramente no serà fàcil.

Y Peña, por supuesto que coincides con Paty jejeje conmigo luego no coincides y para muestra MALENA! (que revivirè en el blog) jejeje aunque me da gusto ver que coincidimos con EL PERFUME...que buena cinta no? El soundtrack es maravilloso.

Josè, pronto postearè algo al respecto de "dejar ir"..soltar el hilo...Gracias por tu mensaje y ya platicaremos al respecto.

Abrazos.

Nyman dijo...

ARKTURO...16 años?

Dios santo! Ya visitè tu esplèndido blog y bueno, contigo y con Mario no salgo de mi asombro...Mario con 28 años escribe tan intensamente que cada que lo leo DUDO que tenga esa edad! Y me està pasando lo mismo contigo (yo sè, yo sè, que la madurez no està peleada con la edad).

Gracias por venir y darte tu vuelta.

Anónimo dijo...

Lo que pasa, David es que Peña y yo no es que tengamos razón...¡tenemos años! :-S

Jejeje. Para algo han de servir, no sólo para peinar las canas que mi peluquero ayuda a esconder, caramba.

Un abrazote grande y apretado.
P.

Mario dijo...

Una historia de amor puede terminar bien, pero terminar mal al mismo tiempo. Como la historia del Monsieur Hire, que ayer vi después de muchos años en un DVD que pedí de Amazon UK. Casi lloro, y me acordé de ti, por la escena en que el detective lee la carta de M. H, ya que ha muerto y en la que decía que disculpara a Sandrine pero que habían huido juntos para ser felices... Qué tragedia tan hermosa! Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Me acaban de tronar el final de Mr. Hire, que NO he visto!

Upppssssssss!!!!

Anónimo dijo...

Peña, claro que ya habias visto M. Hire. Te obsequié hace años la peli en VHS, nomás que la 'traspapelaste' y no la encuentras jajajaja...pero prometo hacer pronto algo al respecto. No es posible que desconozcas la que es mi peli favorita forever and ever...

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Mario,

Que padre que la hayas conseguido!..pero hasta UK? Ufff...
En España la venden en DVDGO.COM y con subtitulos en español (digo, por si querías verla con alguien que no le masque tanto al inglés)...

La imagen en cámara lenta sobrepuesta es hermosa, no? No sé, pasan los años, veo peliculas y mas peliculas y con mucho, sigue fascinándome y la atesoro como mi favorita. No ha llegado la que la suplante jeje...

Un abrazo Mario.

Anónimo dijo...

Precisamente POR QUÉ encontré el VHS (ya traspapelé otras dos muy importantes en el proceso, chin) es que IBA a ver POR PRIMERA VER MR. HIRE y ya me tronaron el final (lo que se le pasa a H).

BUAHHHHHHHHHHHH

Anónimo dijo...

Miedo porque cuando pasa mucho tiempo
el amor ya no calienta tanto

Miedo porque al cabo de los años
estaremos hartos tu de mí yo de tí
y sin nada que decirnos

Miedo porque un día nos despertaremos
viejos y cansados...
tu de mí yo de tí
y sin nada que decirnos...

Saludos
c.p

Anónimo dijo...

CP,

Esa canción es una verdad con pies y manos. Pero hay que ser creativos para no caer en lo que dice la letra.

Por otro lado, me trajiste de recuerdo a mi Méndez...que tanto quiero.

Gracias por ello.

Anónimo dijo...

Sniff... snifff... snifff.

saludos
C