26 enero 2009

"Dexter y yo"

Dexter
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Se suponía que esta iba a ser una entrada hasta cierto punto optimista. Ya saben, la llegada de un nuevo ser a mi espacio vital y todo eso. Pero no, más bien cambiaré la tónica para denominarla “realista”. Vil y pura realidad y les cuento:

Dexter me llegó en una jaula procedente de Guadalajara. Este pequeño (de tres meses en las fotos) lo seleccioné como quién elige un artículo en un catálogo de revista. Antes, hice dos labores indispensables: Libré una batalla campal conmigo, mi familia y algunas amistades; segundo: me documenté hasta la saciedad sobre razas de perros.

Toda mi vida (creo que lo mencioné en el ya clásico Post No. 100) soñé con un perro inteligente, hermoso y preferentemente labrador o golden. Érase pues que yo me veía haciendo ejercicio, corriendo a la orilla del mar con el golden a un lado (visualicen por favor la secuencia en cámara lenta), lanzándole el frizzbee o si leía algún libro, él echado a mis pies. Pero uno tiene que aterrizar esos sueños y empezar a contemplar muchos otros contratiempos, en mi caso: el espacio en casa era fundamental. Es bien cierto que me cambié a una casa más grande que el departamento que habitaba pero aún así el patio trasero es más bien pequeño y en la fachada no hay cerca que pueda contener a un animal de estos.

Así las cosas, empecé a pensar en una raza pequeña, alguno que pudiese tener en el interior de mi nuevo hogar. Esta situación me disgustaba tremendamente pues los perros pequeños me inspiran lo que Jeff Bridges en cualquiera de sus películas: NADA.
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Pero yo ya estaba encarrerado. Tenía muchos años viendo cómo mi hermana (extraordinariamente amorosa con los animales) había criado durante varios años un french (tuvo que obsequiarlo porque había digamos una cierta incompatibilidad con mi sobrino Sebastián -ver foto abajo-), para después apiadarse de un perro callejero (que no tiene mala pinta y que más parece un schnauzer que otra cosa) que ahora responde al nombre de Chester y que se muestra sumamente agradecido con su nueva ama. Ante estas experiencias y siendo especial observador, me concienticé que parte del asunto de tener una mascota, era cuidarlo, quererlo y procurarlo casi como a un hijo.

Me dije: no me importa limpiar gracias, no me importa bañarlo, no me importa gastar en el veterinario cuando se me enferme y menos comprarle su alimento para que crezca chulo de bonito. Mientras mentalizaba todos estos compromisos, descarté tristemente la idea de una raza grande y empecé a indagar razas pequeñas. Me dije nuevamente: no chihuahueños (no me gustan nadita), no peludos (eso de tener pelos en tu plato de comida me sonaba contrastantemente descabellado) no schnauzers (son demasiado hiperactivos) y no caras feas (pugs y anexas). Las posibilidades se redujeron tremendamente y no daba con ninguna raza en particular que realmente me emocionara.

En una caminata mañanera por el fraccionamiento donde vivo, vi echado un animalito muy bonito en un balcón vecino que tenía la mirada fija y no se movía ni un ápice. Parecía un peluche y se me hizo lo más hermoso que había visto en mucho tiempo. Largas orejas que le llegaban al suelo, tres colores vivos (negro, blanco y café) y una mirada tierna y aspecto sereno. Me encantó. Corrí a internet y di con la raza…era un beagle.
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Leí todas sus características, busqué las que más me interesaban: inteligencia y tamaño. Desafortunadamente los beagles no tienen la inteligencia de un labrador pero el tamaño que llegan a tener en su edad adulta era adecuado para lo que tenía en mente. Y aunque tienen muchas cualidades para tenerlos en casa, nadie jamás me dijo que son tremendamente traviesos.

Pero decía yo que libré una batalla campal antes de conseguir a Dexter. Mi familia, especialmente mis dos hermanas me dijeron todos los inconvenientes de tener un perro: “¡no sabes lo que haces!, ¿qué vas a hacer cuando tengas que viajar?, ¡va a estar solo todo el día, pobrecito!", etc., etc. Pero yo ya estaba preparado para todo y finalmente pude conseguirlo.

Hoy ya tiene casi cuatro meses. Ha estado enfermo (cambios de temperatura que le han afectado) me han traído de gasto en gasto con los médicos y por mis ocupaciones (mi mayor preocupación) pasa la mayor parte del tiempo solito. Tuve que suspenderle (por instrucción médica) los paseos nocturnos pues el clima que impera en Cancún no lo estaba ayudando a mejorar pero lo que me tiene con el Jesús en la boca es llegar a mi casa cada vez que salgo pues lo que puedo llegar a encontrarme son verdaderos cuadros dantescos: el bote de la basura con su contenido por todo el lugar; pipí, popó y pasto (le dejo abierto el acceso al intento de jardín por aquello de que se acostumbre a “hacer” afuera) en los rincones más inverosímiles de la casa; todo el cableado de mis lámparas, equipo de cómputo y de sonido, hecho trizas; trapos -que nunca sé cómo consigue- deshilados; trapeadores y escobas mordisqueadas por todos lados; mis sillones sucios pues como ha crecido un poco, mientras no lo veo el señorito se sube a dormir en ellos; macetas artificiales totalmente deshojadas; su tazón de alimento lo agarra de pelota y su cunita (donde cuando quiere duerme) la toma… se la lleva al jardín (apenas puede con ella) y termina montándosela cuando nadie lo ve, a sus escasos –casi- 4 meses de edad.

Me causó mucha gracia ver el film ‘Marley y yo’ porque Dexter (nombre que le puse después de dudar muchísimo entre “Bruno” y “Darky”, previa investigación exhaustiva de qué nombres ponerle a un beagle -saludos Iván) presenta muchas de las características del perrito de la película. Es travieso hasta decir basta pero…lo quiero y se lo digo frecuentemente y aunque refunfuño mientras estoy trapeando diariamente lo que hace y deja de hacer, me hace una de fiestas cada vez que me ve, se me viene encima y me provoca sonoras carcajadas con todas sus tonterías.

Sólo cruzo los dedos para que el poco adiestramiento que le doy (cuando puedo) empiece a dar más frutos (ya he conseguido varias cosas), que se le pase la etapa en la que los dientes le provocan hacer tanto tiradero y que pueda considerarlo “un buen perro” al que por cierto, siempre que lo saco a pasear, me lo chulean con singular alegría lo cual me hace sentir como cualquier orgulloso padre.
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Mi sobrino, mi hermana y...mi hijo

No tengo ningún plan de deshacerme de él. Por mucho tiempo estuve anhelando tener uno y sé que no hay ser más fiel que un perrito y la verdad es que me visualizo por muchos años teniéndolo a mi lado; después de todo es un ser vivo, indefenso y necesita de mucho cariño, tanto o más que yo.2

23 enero 2009

Polvos de otros Blogs: Descubriendo música de VNV Nation

Hoy es viernes, llevo casi una semana sin escribir y como no deseo nuevamente que crean o piensen que me olvidé, vine al menos a dejarles un rato de buena música. Música que he descubierto mironeando en otros espacios. Sigo preguntándome cuánta música no debe haber por ahí que seguramente haría mis mieles de placer auditivo. El grupo es británico (que raro?!), la canción se llama Illusion y no quiero entrar en querer clasificar lo que ellos hacen (aunque me recuerdan mucho a Covenant), simplemente escuché el tema y sentí que raya la perfección, hermosa letra y sonido. El video es además y como plus: hipnótico e inquietante y hasta con mensaje. Obviamente ya la bajé al Ipod y como suelo decir comúnmente: la traigo de batalla.
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Espero les guste y muy buen fin de semana.
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18 enero 2009

Polvos de otros Blogs: Cane en la tele española

Nunca de los nuncas había podido ver a mi amigo Miguel Cane en la televisión en México. Me habían contado que lo vieron en el programa de Poncho Vera y con no sé quienes más colaborando (en TeleHit principalmente) hablando de Cine y por alguna razón siempre me lo perdí. Mi hermana me lo dijo, Toño Pulsar también y me quedé con ganas de disfrutar sus sabrosas pláticas sobre el séptimo arte frente a las cámaras. El caso es que Cane se fue de México y pensé que le tomaría mucho tiempo tener “las influencias y conocidos” que me consta tenía en México. Realmente pensé: "¿España?, país nuevo para él, gente nueva uy!, va para largo…"
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¡Qué equivocado estaba!

No solo presentó sus libros allá sino que además de otras actividades que nos ha informado puntualmente en su blog ¡ya también colabora en la tele! Claro, con lo modesto que es, sólo nos regaló unos stills y tanto mi amiga Patricia como un servidor nos quedamos (entre felicitaciones y apapachos) con una insatisfacción por nuevamente no poder disfrutar a Miguelito en la telera…

Pero soy obsesivo compulsivo jaja y me dije: “si los libros de Miguel ya los vende Amazon.Com, algo tiene que haber sobre él en Youtube.Com”... ¡y miren lo que me encontré! =o)
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Felicidades nuevamente amigo, espero que no me vayas a vetar por semejante homenaje que quise hacerte en este blog.
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Y como dicen los fresas: ¡Te quiero mil! jaja
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16 enero 2009

Receta de cocina: Cómo matar el Amor

(...y sobrevivir después de hacerlo)

Decíale a mi psicóloga que he empezado a encontrar un común denominador en las cuestiones de superar escollos amorosos que al menos a mi me funciona. Afortunadamente sólo me han hecho el fuchi dos personas a quienes quise mucho, una en mucha mayor magnitud que a la otra pero el fregadazo lo sentí en ambos casos (al menos en una etapa inicial) igual de doloroso; con lo cual concluyo que no importa la duración de la relación, si hubo o no compromiso, el corazón siente si le golpean fuerte o lo golpean menos fuerte.

Que alguien te rechace, que ya no te quiera ó te vea menos atractivo de cuando se enamoró de ti, regularmente golpea en la autoestima, la dignidad y el orgullo propio; al menos eso me ocurre a mí. Así que en ese orden de ideas, y a manera de salvaguardar un poco mi integridad emocional, decidí en ambas ocasiones -y aquí empieza mi receta de cocina- cortar de tajo toda comunicación: no somos amigos, no conversaciones de café ni sexo ocasional “para recordar viejos tiempos”, no salidas al cine conviviendo con otras amistades, no telefonazos (ni le felicites en su cumple), no mails, no reuniones ni de casualidad a fiestas de amistades mutuas, y si le ves venir en la misma banqueta de la calle, tratar de cambiarse de carril, no chats (eliminar del messenger es paso obligado, nada de tenerle en No Admitido, eso es atole con el dedo)…es decir NO NADA!

No existe, murió, caput, se fini (o como se escriban todos esos vocablos)…

Vendrá la etapa en la que te sientes de la chingada de solo. Llorar mucho (nótese la frialdad de la descripción del proceso eh?) llorar hasta decir basta pues eso libera el alma, se toca fondo y de ahí todo debiera ser repuntar, dejar de pensar en “¿que estará haciendo?”, “estoy seguro que recapacitará” “y si me hubiese aplicado, esto no estaría ocurriendo”, dejar las tonterías de dejarse llevar con lo que dicen las amistades “eres superior a la otra persona!!, qué le vio?!", etc, etc… pues aquí hay una verdad, así seas Brad Pitt ó el Premio Nobel de la Paz, la persona perdió interés en ti, por las razones que gustes y ante eso, hay muy poco o nada que hacer.
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Continúo: No poner canciones de la Dúrcal, ni de Juanga, Dulce ni José José; es decir cancelar en la medida de lo posible prender la radio ó el estéreo pues pensarás que todas las mugres canciones las hicieron pensando en ti y te vas a sentir peor de jodido. Este proceso lo debes realizar al menos durante dos o tres meses, pasado ese lapso, éntrale con Moenia y cosas ligeritas, hay un himno que he colocado en pedestal de esos tipos que se llama “Ya no es así”, escúchenla y verán que es de un positivismo digno de los libros El Secreto y todas esas ondas.

¡Haz ejercicio! ¡desde el momento en el que te están dejando! (jaja)...Párate a correr, trotar o hacer pesas, usualmente la gente deja a otra porque la fodonguez ha causado estragos en el físico (lo cual indica que tampoco te querían demasiado por tu masa cerebral). Esto te ayudará a elevar tu autoestima, por muy amolado que estés de la cara, sentirte delgado, cambiar de talla y arreglarte (peinarte, perfumarte, siempre andar impecable), te pondrá en frecuencia nuevamente de que la vida sigue. Échate porras, dite “Tú puedes, vamos… ¡si no sudas no bajas!” y demás lindezas que se te ocurran.

Lo del ejercicio es básico, pero entiéndase que es terapia ocupacional y como tal, también meterse de lleno al trabajo es fundamental. Nada de andar papaloteando en tu oficina, ni estar conversando con compañeros de trabajo y estar al mismo tiempo pensando “que te sientes de la patada”. Nada mejor que estar “triste” con trabajo, que “triste” sin chamba…esto sí te llevaría al hoyo irremediablemente y es que mucha gente se desestabiliza de tal forma que hasta su empleo termina perjudicado y eso no debe ocurrir pues la chamba es parte de tu equipo de salvamento.
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Es cierto también que no hay ánimo para salir a conocer gente, que continuamente piensas: “que hueva empezar a tratar a alguien más” “¿y si me sale igual o peor que la anterior persona?”. No te presiones en ese aspecto, tiempo al tiempo…pero sí trata de ampliar tu círculo de conocidos. Meterte a estudiar algún curso de lo que sea (inglés, Maestrías y hasta tejido y punto de cruz, se valen) ayuda y hará sutilmente que empieces a hablar con alguien más que tu almohada ó espejo.

Empieza a apapacharte con ondas de “Tu vales mucho y mereces respeto…cuídate a ti mismo” jaja, si tú no te echas porras ¿quién?, ve al cine, lee, arma tu blog, escribe todo lo que traigas, si tienes un poco de lana que quieras regalar, búscate a una psicóloga con la que te pases las horas hable y hable y ella no te diga nada y que al final te des cuenta de que llevas 5 meses hablando de quién te dejo y llegas –tú solito- a la conclusión de “¡ay que hueva! ya chole con eso..a otra cosa, psiko!” (Gulp!), eso es una gran señal de que estas superando el escollo.

Empieza a visitar a tu familia (sí tienes!...créelo), vete de viaje (esto es buenísimo), descansa, despeja tu mente y comienza de alguna forma a disfrutar tu soledad, a ver que no es tan malo estar contigo. Si eres una persona como yo, que soy medio antisocial porque te aburres fácilmente con los demás, cómprate una mascota (nada más plenamente consciente de que es como tener un hijo): ¡ya verás cómo no vas a saber ni como te llamas limpiando gracias, corriendo para el veterinario, el alimento, los paseos al parque con la bolsita y el papel, tu ropa y zapatos mordisqueados y claro, las infaltables bañadas con sacudida enérgica del hermoso cachorrito con el agua cayéndote como brisa sobre tu cara!

Y sí, es triste ver que siguiendo esta receta de cocina, un sentimiento tan genuino, tan puro y especial, que movió tu mundo, que te hacía despertar sonriendo, prodigar besos y palabras tan sentidas, que te hacía soñar y planear tu futuro, puede ser removido en el lapso de unos meses, tal vez un año ó dos…pero no más, así tan fríamente como cuando cocinas comida y sigues “la receta” al pie de la letra.

La gente sigue su camino. Nadie nos pertenece (reconocer esto es como descubrir el elíxir de la vida) y si alguien permanece contigo con el paso de los años, es un logro muy grande para ambos. Ya cuando te des cuenta, con el pasar del tiempo, verás que habrá alguien nuevo por ahí a quién le llames la atención ó tal vez, dentro de tu nuevo círculo de amistades, conozcas a alguien que te deje babeando por como le funciona la masa cerebral ó por su desparpajo y buen sentido del humor. Es en esos momentos donde la otra persona (aquella, la Kool-Aid) ya ha perdido importancia para ti y llegarás a la conclusión de que fue ella quien se lo perdió.
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15 enero 2009

"En la orilla de Panthalassa"


Tal vez hubiese quedado bien en color, pero al final me ganó la atemporalidad que brinda el blanco y negro. La foto la tomé en un lugar que se llama Grand Cenote, camino a Cobá en Quintana Roo. El lugar es mágico y verdaderamente bonito.

En la gráfica, unos turistas italianos juguetean con el agua una tarde de noviembre. Como dato anecdótico les cuento que di algunas vueltas antes de dar el clic pues la idea de sólo fotografiar los pies me llegó cuando me percaté que los ahí presentes empezaban a sentirse incómodos ante mi lente. Es curioso, pero aunque no lo crean el tal Bob Ross (aquél pintor que retransmitían en Canal 11 hace algunos años) sugería de repente tomar “grandes decisiones” a la hora de pintar y de su brocha surgían sendos árboles que atravesaban totalmente la pintura. Me acordé del tip y sin querer me situé detrás de una planta que dio el toque final en la parte superior.

El caso es que la foto me gustó bastante, tanto que mandé ampliarla (igual estoy exagerando, ustedes perdonen) y estoy por enmarcarla para ponerla en algún buen rincón de la casa. Quise bautizarla con algún nombre, pero de plano no se me ocurrió ninguno y heme aquí convocándolos para que aporten ideas y la bauticemos entre todos.
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¿Qué opinan?
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**Actualización el 11 de Feb de 2009: Gracias a Master Filiberto quién le puso un bello nombre a la foto "En la orilla de Panthalassa"

13 enero 2009

Dido: Un viaje seguro a la melancolía

Dido

A Xarlie, por su compañía en este viaje
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Debería brindársele la oportunidad de escucharla sólo por el hecho de ser inglesa; yo desconfié de esta premisa durante mucho tiempo, pero nunca es tarde para remediar errores tan garrafales y hoy, sin temor a equivocarme, Dido se ha convertido en mi cantante favorita.

No sé si recuerden (hace tanto que no escribo jaja) que hace tiempo mencioné me era muy difícil ser objetivo a la hora de hablar de mis monstruos sagrados y hoy me encuentro nuevamente en esa situación. Dido me entró primero por los ojos hace algunos años pues cuando fue lanzado su disco No Angel, encontré muchas referencias en internet sobre la dulzura de su voz y su talento para escribir. Sin haber escuchado ni una probada compré el disco, me gustó su estilo y reconozco que me gustaron al menos la mitad de sus canciones; como niño con juguete nuevo, escuché hasta la saciedad la canción Here with Me (de la cual existe un video poco conocido en tonos ocre, hermosísimo) y después me seguí con Thank You (del que Eminem se colgó para dar a conocer a la cantante en Estados Unidos) y dejé el CD en el olvido. Lo mismo me ocurrió con su segundo disco, lo compré porque me encantaron principalmente Life For Rent y White Flag y volví a dejarlo en el estante cuando ambas canciones las exploté hasta decir basta.
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Pero la vida da vueltas y lo que dejamos en el olvido se retoma después por azares del destino ó porque un fin de semana te aplatanas viendo Mtv y pasan sus videos que te mueven fibras y provocan buscar esos discos que tal vez puedan darte otra sorpresa si te permites dejar que corran las siguientes canciones y hacer a un lado los sonados éxitos que tanto escuchaste.

Y si, le concedí varias visitas a los dos discos que tenía y encontré joyitas en No Angel como Hunter, My Lover´s Gone ó la rítmica Take My Hand, canción que escribió Dido siendo muy joven en las puertas de la exploración sexual y en el ánimo de volver a descubrirla, me reencontré también con su segundo disco y terminé obsesionándome con su sencillo arte cuando descubrí la pegajosa Stoned, Sand in my Shoes y la gratificante This Land is Mine.
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Así, de unos meses a la fecha, no he parado de escucharla y apreciarla cada vez más. En cuanto pude, conseguí un DVD de una presentación en vivo que incluye sus éxitos más sonados (Dido Live). Artista de mínimas luces en el escenario, sin artificios de vestuarios apantallantes, ni bailarines… presencia íntima que sólo se apoya en su hermosa voz, que a ratos bordea la fragilidad que da la sensación de cercanía y de que cualquiera podría cantar como ella por la sencillez que transmiten sus cuerdas vocales pero cuando te confías y piensas que es así, tu expectativa te traiciona pues lo que parece cotidiano y fácil en Dido, no lo es; su capacidad interpretativa es fascinante, a la vez que emotiva y melancólica.

Bajo esta pléyade de emociones, empecé a experimentar una ansiedad por volver a escucharle algo nuevo. Su disco Life For Rent lo grabó en 2003 y 5 años de espera se antojaban demasiados años en tiempos en los que si alguien se atreve a hacer eso, las posibilidades de ser olvidado son elevadas. Recientemente leí que su ausencia se debió a que deseaba respirar un poco después del ajetreo provocado por el éxito mundial que jamás esperó. Quería regresar a tocar tierra, regresar literalmente a casa, reencontrarse... y vaya que lo hizo.



Su más reciente trabajo Safe Trip Home es sin duda el mejor disco de su corta pero brillante carrera. Plagado de sensibilidad, de momentos líricos intensos, de tonalidades vocales que no le había escuchado, el disco se convierte en un viaje inspirado e inspirador.
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En la primera escucha terminé llorando. La espera había valido la pena. Absorbí cada nota, cada sonido, cada palabra como quien no ha tomado agua en días y alguien viene y te regala una gota del vital líquido. Empecé a escucharlo con cierta mesura. Sentí que la canción promocional, hermosa pero distante -para mí- Don’t Believe in Love no era el tema fuerte del disco. Pero la escucha iba en escalada pues cuando comenzó la tonada de Quiet Times respiré aliviado, tema sencillo que habla de una relación que se desvanece aún cuando ambos no se atreven a renunciarla. Grafton Street, dedicado a su padre con atmósfera de Brian Eno en cuya parte final se escucha una emotiva gaita, en alusión al gusto de su progenitor por el folk irlandés. Vendría la agradable Us Too Little Gods, la única canción rítmica como ya es costumbre en la discografía de la cantante y después la que representa para mí la cúspide del viaje: The Day Before The Day, hermoso tema con la voz de Dido murmurándote al oído; golpe directo al estómago, al oído y a la sensibilidad que igualmente puede ocurrir con Northern Skies, otro magnífico viaje musical de casi 9 minutos en los que se entrelazan magistralmente voz y música. Burnin Love con voces de fondo de Rollo Armstrong (su hermano) y una canción que considero una joyita en la que se nota claramente a una Dido manipulando su voz a voluntad llamada Let's Do The Things We Normally Do, elegante e inesperadamente deliciosa; en resumen, su nuevo CD Safe Trip Home es íntimo, melancólico...único.

Casi no sé nada de su vida. Sé que el padre murió hará un par de años, que su hermano Rollo colabora con ella continuamente, que estudió en una prestigiada escuela de música convirtiéndose en alumna prodigio, que toca el piano principalmente pero que ha empezado a ejecutar -por el simple gusto y placer- nuevos instrumentos incluyendo la batería y la guitarra; que no le obsesiona la fama y que pronto empezará a realizar conciertos buscando lugares pequeños pues es donde mejor y más cómoda se siente ya que su música es ideal para propiciar una cercanía íntima con su público y bajo esta óptica yo no podría imaginar que sería de mí si ella me cantara al oído.

Cantas hermoso, Dido.
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The Day Before the Day
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