24 diciembre 2011

Habló el Grinch: '13 Asesinos' de Takashi Miike


Que Takashi Miike hace buenas cosas, sin duda. Su talento no está en duda. Hoy viendo '13 Asesinos', corroboré que sabe lo que hace. Hay muchos detalles en el film que dan cuenta de un cineasta que tenía en mente una película medida y calibrada, aunque en lo personal el tema me quedó lejos.

'13 Asesinos' no deja de ser cine de entretenimiento y esa es una de sus mayores virtudes porque con Miike, es entretenimiento bien manufacturado. Igualmente lo es que aquí no vamos a ver –en los combates- destellos del género wuxia…todo es tan elemental que asombra. No veremos a los samurái volar como en 'El Tigre y El Dragón' o los grandes despliegues visuales de 'Héroe' o 'La Casa de las Dagas Voladoras' de Zhang Yimou. Miike opta por ‘lo humanamente posible’ y ello brinda la posibilidad de disfrutar su película en un plano mas terrenal y al mismo tiempo, más limitado pero no carente de ingenio para armar la trama y plasmarla visualmente.

Pero hurgando un poco lo que me mantuvo distante empecé con mi mala costumbre de relacionar los films que veo; así encontré que la anécdota es similar a la de '300' de Zack Snyder pero versión samurái, que de los 13 guerreros uno tendría que ser el cómico, que el final debía contemplar el enfrentamiento de los pesos pesados (que me supo a tan poco, quizá porque el villano es un tanto acartonado) y que son distinguibles fácilmente dos partes del film: la primera mitad con lentitud que amenaza con ponernos a dormir y la segunda con ciertos (para mi gusto) excesos y especialmente de metraje.

Se nota un poco lejos el Miike de 'Audition' pero en buen sentido. Como realizador ha crecido, es solo que a '13 Asesinos' no hay que exigirle una trama profunda, aunque a ratos hay pinceladas de ella. La idea más polémica que se me atravesó al verla es que, seguramente, en otros tiempos, (tiempos pasados) '13 Asesinos' seguramente sería mejor apreciada por un servidor que ahora, porque sin duda tiene elementos sobresalientes, pero…insisto: ya son otros tiempos. Lo que sí puedo afirmar es que Kurosawa la habría aplaudido hasta llorar, como todos los críticos que se nombran en el póster.


25 agosto 2011

Chevy in Blue


No es la intención convertir este blog en álbum fotográfico (o tal vez sí) pero como les he compartido a lo largo de las escriturancias de este espacio varios momentos e imágenes de mi sobrino consentido, quise traerles una foto reciente. Se la tomé hace algunos días en conocido centro comercial de Cancún; a la sola voz de "foto Chevy, foto", sonrió y presto y solícito siguió mis indicaciones que no fueron más que acostarse en el -frío, así me lo hizo saber- pretil de una pequeña fuente del lugar y aquí está el resultado.

16 agosto 2011

Mi amiga en Carrington

Le tomé esta foto a mi amiga Nancy en su visita a Cancún al lado de estas enigmáticas esculturas de Leonora Carrington; la obscuridad de la noche, la luz que proveía una luminaria pero sobre todo la actitud de ella, con toque espontáneo y cierta tímidez por estar siendo fotografiada, hicieron el resto.
.

05 agosto 2011

El cursor que parpadea vs Mí


Tratar de vencer el cursor que parpadea, después de muchos, muchos meses, es complicado.

Pero debo hacerlo, porque siento que me apago si no lo hago, o al menos eso me dijeron.

Y es que, a veces los incidentes más extraños o inverosímiles son los que nos dejan una lección y nos ubican; aquellos que se salen de lo cotidiano, aquellos que ponen a prueba tu escepticismo.

Recientemente una amiga -a quién quiero mucho- me leyó las cartas y logró mover cosas en mi interior que difícilmente hubiese podido lograr una psicóloga.

Me había propuesto leer mi destino desde hace tiempo pero, aunque me atraía la idea (más por saber qué iba a decirme que por convicción en el asunto) siempre lo dejaba de lado.

Pero el día llegó: entré a su apartamento y respiré un ambiente de aromática tranquilidad. Me senté, platicamos de cualquier cosa y de repente, en su comedor, estábamos frente a frente como quién fuese a revelar el elíxir de la vida o algún misterio similar en cuestión de segundos.

Me puse nervioso, sabía que algo saldría de esa reunión y aunque me temblaban las manos, me sentí como niño con juguete nuevo: iba a preguntar todo lo que se me ocurriera con respecto a mí, el futuro o terceras personas.

Así que, mientras barajaba las cartas, empecé a pensar en todo lo que me ha estado inquietando últimamente.

Mi trabajo…

Mis –nulas- relaciones sentimentales…

Mi salud…

El dinero…

Sobre aquella persona que no sé si vale la pena buscar o dejar ir de una vez por todas…

Mi madre…mi familia…

Mis intereses…

Sí, mis intereses: escribir, tomar fotografías, el cine, la música…

Y sin querer tocó la fibra cuando empecé a colocar las cartas que responderían “la pregunta” y que daban cuenta de un inusual mosaico de imágenes muy coloridas y hermosas.

“Debes buscar un empleo donde desarrolles tu creatividad” – me dijo.

“Naciste con un don, tienes una sensibilidad especial para lo creativo y debes desarrollarlo porque de lo contrario estás matando eso que te distingue, suprimiendo esa esencia y te vas a apagar poco a poco, si es que no te estás apagando ya”

Mágicas palabras.

Si viviese en un cómic, en ese momento se habría abierto un hoyo bajo la silla en donde estaba y me hubiese ido directito a las profundidades de la tierra o al infierno, ya no sé. Lejos pues…muy lejos.

Y sí, mágicas palabras que sólo me hacían mover la cabeza positivamente, buscando en el ambiente que alguien me las tatuara en la mente y de esa forma no olvidarlas nunca.

“Hacer lo que me gusta”, qué atractivo y qué difícil se escucha a la vez, cuando has contraído compromisos y un estilo de vida que sabes no obtendrías de haber seguido ese camino, o tal vez sí.

Tal vez no pueda cambiar eso a la brevedad, tal vez lograré hacerlo en algunos años, cuando la vejez se haya apoderado de mí; pero hoy, me prometí que al menos hoy, iba a tratar de vencer este cursor, procurar escribir -uno de mis pequeños grandes placeres- y permitirme explorar un poco más lo que guardo en mi interior y plasmarlo, aunque nadie me lea, o tal vez sí.

Felizmente creo que al menos hoy, he vencido.