31 octubre 2007

Mis videos favoritos: Roxette "Stars"

Son realmente pocos los videos que me provocan bienestar emocional sólo con mirarlos. Uno de ellos es éste, del dúo australiano Roxette. Ver a Marie Fredriksson correr como desesperada detrás del hombre que ha elegido como ideal, con sendos ropajes y leerle la declaratoria me hace pensar que, como en el video y con un poco de esfuerzo, todo se consigue.

La espléndida fotografía en blanco y negro, el mensaje de búsqueda del amor, el toque (si acaso) cursi –pero encantador- de los niños haciendo coros ó los patos cantando, son una verdadera delicia y la conclusión es muy ‘de película de amor’. Bonito y emotivo, realmente.


You keep on walkin' on the other side
Other side, other side
You keep on walkin' on the other side
Other side, other side
Wherever you go, I'm going with you
Shouldn't you know
I'm bound to follow

Whatever you say, whatever you do
I give you a clue, I'm gonna follow

And the stars will show
Where the waters flow
Where the gardens grow
That's where I'll meet you

Why don't you let me, let me come along
Na na na, na na na
Why don't you open, make me come along
Na na na, na na na
Wherever you go, I'm going for you
Oh, I was truly born to follow
Like fire and wood and paper and glue
Only a few were born to follow

And the stars will show
Where the waters flow
Where the gardens grow
That's where I'll meet you
And the sun will glow
Melting all the snow
Knowing all I know
That's where I'll meet you
(2 veces)

And the stars will show
Every breeze will blow
Knowing all I know
That's where I'll meet you
2
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30 octubre 2007

La tiendita


Regresando de la oficina y sin tener algo relevante que hacer, me recosté, prendí la tele y empecé a sentir hambre. Me levanto, me dirijo a la cocina, abro el refrigerador y no hay gran cosa. Me acordé del chiste acerca del por qué los hombres casados están gordos y los solteros flacos y creo que sí aplica. Alcancé a ver que sólo había jitomates, cebolla y chiles y súbitamente se me vinieron a la mente unos huevos a la mexicana que aquí entre nos, los preparo bastante bien. Pequeño detalle, ningún huevo en la despensa…así que sin pensármelo mucho, decido ir a la tiendita que está a la vuelta de mi casa.

Mi estado de ánimo bastante bien, tranquilo…relajado. Mientras caminaba, pensaba que me pesa que el gimnasio al que asisto, no abra puertas los lunes, se me hace un desperdicio. En esas ando cuando entro a la tienda, digo: “buenas noches” y entro casi sin mirar buscando la mercancía. Me responden: “buenas corazón”, lo cuál me hace voltear sorpresivamente. No es muy usual que mi dependienta, una señora obesa que me recordaba siempre a Frida Kahlo, más por el perico que siempre traía en el hombro que por similitud física, me contestara de esa manera. Turbado (que no ‘mas’), encuentro un rostro desconocido, una señora morena con una actitud que me recordó a Ana Galienna en “El Marido de la Peluquera” esperando pacientemente por los clientes. Y trato de reconocer el lugar que tantas veces he visitado especialmente cuando no me ha dado tiempo de ir al súper formalmente a hacer mis compras. Esta tiendita es la de emergencia, cuando me siento a ver tele y busco “golo” (golosina) para endulzar la proyección de alguna película ó cuando noto que en el refri se acabó el yogurt ó como en este caso, los huevos.

Pero hay algo raro adicional a este saludo. El acomodo de la mercancía es distinto; ordenado… Veo más espacio y una calma inusual. Encuentro lo que busco y pido las piezas. No suelo meterme en la vida de los demás y menos preguntar cosas que a todas luces no son de mi incumbencia, pero este rostro nuevo que me observa me inspira confianza y le digo: “¿y la otra señora?” –en una clara muestra de que jamás, durante los 5 años que llevo viviendo en esta colonia, tuve el mínimo interés de preguntar su nombre, y prosigo: “¿ya no vive aquí?”…-“No” – me contesta. “Soy la nueva dueña”…sólo levanto la cabeza y emito algún sonido de mínima sorpresa.

“Son 12 pesos corazón” – me dice. Todavía en mi aturdimiento, alcanzo a decir algo amable ó eso creo: “con razón veo ordenado esto”, provocando una genuina sonrisa en esta mujer. Le doy las gracias y me retiro.

Camino a mi departamento y comienzo a darle vueltas al asunto. Y en instantes, esa tranquilidad con la que salí a comprar, se ha modificado tenuemente. Pienso en que ya no veré más a la anterior dueña a la que mi ex bautizó como “doña Petita”. Ni a su esposo, ni a su adolescente hijo. No más. “Ay tú, se fueron…” –pienso. Decisiones que toma la gente. Es curioso, son personas que salen de tu vida para otras incorporarse. Pienso que también yo me iré de esta colonia posiblemente en un par de meses, con nuevos rumbos y nuevos rostros por conocer.

Pongo mi compra en la mesa y en lugar de cocinar, me siento a pensar que la vida sigue, MI vida sigue, más allá de cualquier persona que se acerque o aleje de mi existencia. Creo que en el fondo extrañaré a “doña Petita”, tal vez algunos días ó semanas y a otra cosa; pero al menos hoy, me siento extrañamente afectado.

03 octubre 2007

I'm the king of the world...


Hoy escuché algo realmente estúpido. Fue una conversación que me cimbró y a la que no pude permanecer indiferente:

Persona 1. El abandono por el ser amado, es algo que no le deseo ni a mi peor enemigo y menos si el abandonado está enamorado profundamente de la persona.

Persona 2. Pues no sé, pero quién me abandone saldrá perdiendo y en todo caso, si soy yo el abandonado, no sufriré las cosas a esos niveles porque yo ya no idealizo a las personas.

Persona 1. Pues que autoestima tan elevada tienes. Lo que te puedo decir es que toda tu teoría se va a ir al caño cuando realmente te suceda algo así.

Fin de la conversación


Platicando la anécdota con un compañero de trabajo me dijo: “Pues si que la persona 2 tiene elevada su autoestima ó pretende demasiado. Estas cosas no se pueden comprender sino hasta que se experimentan realmente y en carne propia. Toda la vida me paraba en los cementerios viendo como los familiares lloraban despidiendo a sus muertos, y siempre pensé que debía ser doloroso y que llegado el caso, yo estaría preparado y consciente si le llegara a suceder a un ser querido…todo iba bien hasta que me tocó despedir a mi hermano menor. Ver a mi madre sufrir y experimentar mi propio sufrimiento me hizo comprender por fin todo el dolor que experimentan las personas ante este tipo de situaciones”

Moraleja: Bajarle a las pretensiones y cuidar lo que se dice. Tacto, mucho tacto. La vida da muchas vueltas y nunca se está preparado realmente para afrontar muchas cosas, por muy leídas, pensadas y planeadas que se tengan.
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