02 enero 2007

Y se hizo la magia: Jules & Jim


A Catherine es fácil conseguirla, lo difícil es retenerla.

No es fácil visitar clásicos del cine, al menos no para gente de mi generación. Ayer vi El cuchillo en el agua de Roman Polanski y hoy me he decidido por Jules & Jim de Francois Truffaut. Encontré un tanto simple la película de Polanski (ya comentaré en otro post sobre ella), pero últimamente y a falta de algo nuevo de interés, he andado con el gusanillo de adquirir clásicos de la cinematografía. Y es que parafraseando a Filiberto López “mi instrucción no estará completa si no veo ciertos títulos representativos del cinema mundial”

Pero decía yo que no es fácil acercarse a esas películas porque antes hay que hacer un trabajo de ambientación y auto-conscientización; básicamente porque estamos acostumbrados a una narración más rápida, repleta de color, acción vertiginosa ó al menos historias con muchos más giros y vueltas de tuerca que logran acaparar fàcilmente nuestra inquieta atención. Creo que todo el éxito o fracaso de una visita de éstas radica en el click que se pueda llegar a tener con la película en cuestión y si éste es inmediato, será mucho mejor.

Así que le concedo un espacio (con bastante expectación además) a la cinta que consagró a Jeanne Moreau. Rodada (intencionalmente) en blanco y negro en 1961 y cobijada en esa corriente denominada Nueva Ola Francesa (de la que Truffaut era uno de sus más grandes exponentes) Jules & Jim detalla la amistad surgida entre los dos amigos del título, sus discusiones filosóficas, sus relaciones sentimentales y como el universo de ambos se transforma cuando aparece Catherine (Moreau), con una personalidad radiante, mentalidad libre y desparpajada logrando atraer a estos dos personajes hacia ella como ninguna otra mujer lo había hecho.


Por citar un referente actual, Bernardo Bertolucci realizó un ejercicio similar en Los Soñadores (The Dreamers) que siendo honestos, hace un notorio y extenso homenaje a la película de Truffaut en este film. Entrando de lleno al estilo de narración, me vino de inmediato a la mente la Amelié de J. P. Jeunet (que por supuesto también le hace sus guiños a la cinta de Truffaut) y detalla las correrías de los protagonistas (en la primera mitad, el film se mira como una bella postal sobre la amistad) y el director logra meternos de lleno al encanto de la película adicionando una exquisita partitura compuesta por George Delerue; basta ver en las secuencias iniciales el encuentro entre Catherine y Jim con una sublime música que la acompaña. Es aquí donde la magia del cine empezó a aparecer e irremediablemente me hizo pensar: “¡Ah, que belleza de película!” como exclamaría el más inocente de los cinéfilos.

Es admirable la cantidad de elementos cinematográficos que Truffaut utilizó en el film y que hoy pueden parecernos de lo más usuales (travellings, imágenes congeladas, paneos, etc.). Los gestos de infelicidad/alegría de Catherine son congelados por la cámara del realizador con claros fines narrativos; su sonrisa y su gracioso canto, provocan que uno como espectador termine también enamorado de ella y compenetrados con los sentimientos de todos los personajes.



Coincido plenamente con Paco Peña que señala en su crítica del film la fuerte influencia/homenaje que le brinda el cineasta a otro coterráneo: Jean Renoir, pues muchas de sus imágenes en exteriores nos remiten al estilo que desplegaba el creador de La Bella y la Bestia y Un día de Campo. Sobresale en la cinta el brillante trabajo fotográfico en blanco y negro y contrario a lo que pudiese pensarse, pareciera que el tiempo no ha pasado por ella regalándonos bellos cuadros convirtiendo así varias secuencias del film en momentos clásicos per sè. Todo un deleite visual.

Catherine hace gala de su libertad sexual, mental (se avienta verdaderas disertaciones filosóficas con Jules y Jim por demás interesantes) y esas características -en mi opinión- son las que ejercen especial fascinación en los hombres que la rodean. Nadie es siquiera capaz de retenerla y a la vez consienten sus libertades con tal de no perderla.

Truffaut logra convertir una historia a ratos escandalosa (una mujer casada que se acuesta con el amigo en la misma casa que comparte con el esposo ante la complacencia de éste último) en una atractiva y tierna película sin que podamos juzgar a los personajes más allá de lo que se nos muestra volviéndonos sólo atentos observadores de lo que ahí ocurre, aunque en el fondo todos estemos conscientes que lo que mal empieza, mal acaba.

Leía con especial atención a Miguel Cane decir que cuando una actriz y un director hacen química, pueden lograr trabajos sobresalientes que pueden permanecer en el imaginario colectivo por largo tiempo y coincido en su ejemplo de Jeanne Moreau y Francois Truffaut que aquí en Jules & Jim parecen perfectas almas gemelas logrando este resultado.


En resumen, Jules & Jim es todo un clásico continuamente referenciado en el cine actual. Es un deleite ver las películas que sembraron la semilla de muchas de las temáticas que vemos hoy día, identificar las influencias en estilo de los nuevos directores y aunque hay que ponerse a tono para verlas, al final uno siente que la visión ha sido enriquecida y seguramente este bagaje adquirido, emergerá cuando veamos cosas nuevas pues seguramente habremos de exclamar: “¡Ah, Jules & Jim nuevamente!”

5 comentarios:

Miguel Cane dijo...

Davis my dear:

Hay mucha, mucha tela qué cortar de Jules et Jim. Supongo que todo deriva de esta manera que tiene de narrar Truffaut las cosas simples para volverlas extraordinarias.

Hazte un favor y consíguete Day for Night/La Noche Americana. Es una auténtica joyita. Yo la descubrí gracias a uno de mis amigos españoles que sencillamente la venera... ¡y es con justa razón!

De JeJ lo que más me gusta, es precisamente la maravilla de su fluidez, el cómo nos involucra y claro, Moreau.

Si me pescas de buenas cualquier día, puedo cantarte Le Tourbillon La Vie

Por otra parte, bienvenido a la blogósfera. Me GUSTA MUCHO lo que leo.

Y ahora comparto contigo, el consejo que me dio mi amigo (y blogista extraordinario) Mariano:

"Abrir un blog es cosa fácil; alimentarlo para mantenerlo vivo, hacerlo crecer, es otra cosa y cuesta mayor esfuerzo pero también depara múltiples satisfacciones.

Un reto de lo más estimulante el de transitar senderos que nos deparan sorpresas inagotables y poder transitar en el alma de los lectores. Quién sabe las resonancias que nuestras palabras producirán un día en corazones ajenos. Si es para llevarles un poco de luz, la satisfacción es infinita"

Yo he tratado de ser fiel a este precepto.

Y estoy seguro de que tú harás lo propio.

Con cariño
(y anexándote a mis enlaces)

M

Nyman dijo...

Canito,

Creeràs que me bajè la canciòn que canta la Moreau el mismo dia que vi la peli? Me encantò y planeaba subirla aquì, pero con eso de que soy un neòfito en esto de subir videos y canciones pues se queda en intenciòn en via de mientras jaja...Tengo La noche americana, es hermosa...los entretelones del cine vistos con reverencia y mucho encanto.

Gracias por darte tu vuelta y dejarme mensaje...en realidad eres gran parte el culpable de que yo ande metido en esto jajaja, asì que te estoy MUY AGRADECIDO por ello.

Te mando un abrazo y nos leemos màs pronto de lo que te imaginas.

Y feliz año Canito.

Anónimo dijo...

David.

Entro por primera vez a tu blog este viernes 19 de enero. Hay algo de tiempo frente al monitor, pero no quiero que pase más antes de hacer acto de presencia en tu blog.

El primer hilo al que entro es este.

Lo leo...

Lo primero que me brinca a la memoria fue, quizás, el primer email que te mandé hace muchos años. En él te proponía que te convirtieras en columnista de Cine para mi canal en TO2.com (The One and Only).

Después de leerte este artículo SE que no estaba equivocado entonces y que no lo estoy hoy.

Escribes, y escribes bien.

Ha pasado mucha agua bajo el puente desde ese primer email, pero su esencia es tan válida hoy como lo fue en ese momento. Cierto, mucha agua bajo el puente, mucha de la cual un loco se encargó de enturbiar. Pero el tipo era, es y será sólo eso y nada más.

Ante esta conclusión final, echo mano de la misma petición de ese primer email y, de nuevo te extiendo la invitación para que participes en CV. De hecho, algo si cambió entre ese primer email y este mensaje. Entonces si era una invitación a colaborar en TO2.com; ahora, más bien se trata de una petición por parte mía para obtener tu permiso para montar tu material en CV. En el fondo es un cambio de sentido. En aquella ocasión yo extendí la invitación; ahora es al revés: te pido que extiendas la mano y me permitas usarlo en CV.

Sé que, especialmente en este momento en que los rayos y truenos oscilantes de un falso Zeus están encima de mi cabeza y de CV, mi solicitud puede parecer impertinente y hasta riesgosa pero tengo que hacerla por dos razónes:

1. Creo que Cv si necesita de tu material, especialmente en esta etapa donde se ha internacionalizado gracias a las críticas (que no reseñas, detesto esa palabreja) de Miguel. Yo espero que CV algún día le reditue a él todo el esfuerzo que le ha puesto al sitio... lo que me lleva al segundo punto muy ligado...

2. CV fue planteado como un lugar de diversidad desde el inicio, pero en el momento actual sólo JB tiene permanencia y difunde sus opiniones también desde CV. Si tú has decidido crear, alimentar y dar brillo a este tu blog, me gustaría difundir los materiales que están acordes con CV.

¿Por qué?

Como te dije en ese primer email ya mítico: creo que tus textos merecen publicarse. Creo, hoy, que vale mucho la pena que tus textos se difundan más por la red. CV ya escapa de los asedios interneteros y ahora contamos con visitas de 345 universidades y centros de enseñanza. ¿No sería interesante que alguna de ellas recogiera tu material escrito?

Sé que Cv es como una botella lanzada al mar con un mensaje... no sabemos quién la encontrará y qué hará con ella... Y de entre todos los que la tomen en sus manos habrá a quien le sirva.

Por eso, con esa diferencia de sentido es que te hago de nuevo la solicitud de poder usar tu material, a pesar de cualquier comentario "matrero" de quien ya sabemos que no hace otra cosa.

Pero creo que ahora el sitio SI está por encima de ese tipo de comentarios... y tus textos, al igual que los de Miguel, SIEMPRE han estado por encima de filmopatías.

Un saludote y me voy a otros hilos a leerte.

Un abrazo.

Faramir.

Nyman dijo...

Estimado Faramir,

¿Sabes que guardo celosamente ese primer correo-invitación que me hiciste para escribir en To2.Com? Forma parte de una de las muchas alegrías que tuve en esa época en la que apenas descubría internet y es algo que atesoro con mucho cariño por todo lo que me comentas ahi.

Por otro lado, tu sabes que cuentas con el poco o mucho material que tengo a la mano. No he podido meterme a CV en el plan que yo quisiera (de lector por supuesto que me tienes) pero me di cuenta que dada la tardanza en ponerme a escribir algo, no merecía mucho la pena que me revivieras allá (mi texto sobre Jules & Jim es lo más reciente que he escrito). Sé que mis textos no son ni mínimamente la sombra de lo que escriben Cane ó tú, pero los hago con mucha dedicación, empeño y hasta donde mis conocimientos de cine me dan (que no son muchos), pero siempre estarán a tu dispocisión, así que sin pedir permiso ni autorización adelante con lo que me pides.

Y por lo del loco que mencionas, hace tiempo ya que no me paro por Orthanc, entonces creeme que lo que diga me hace lo que el viento a Juarez...neta.

Y es cierto, uno nunca sabe a que ojos vayan a parar estos masajes de neuronas y creéme que si he empezado a maravillarme por las pequeñas sorpresitas que me llevo en este blog mucho más lo haré con lo que ocurra en un sitio como CV.

Y seguiré escribiendo...ando inquieto y eso ya es algo, en serio que si.

Anónimo dijo...

me encanta esta película. Yo la veo como un "desdoble" del ego masculino (en realidad los dos hombres son uno mismo), y en el ápice del triángulo está la mujer, punto de unión y perfección más absoluta.