Hoy tuve una discusión bastante extensa, agotadora, desgastante y desmotivante con mi amigo Daniel…¡qué difícil es forzar una relación de amistad a existir como tal!
Daniel
Hace tiempo, en mi etapa de estudiante-adolescente, deseaba ser el mejor amigo de –curiosamente- su hermano Rodolfo. Él era (en su momento) sino el mejor estudiante, uno de los más populares: gran deportista, amigo de muchos. Todo cuanto tocaba tenía cierto grado de éxito. Si de repente se organizaba una cascarita de futbol, me temblaban las patas si al momento de él elegir a su equipo no me seleccionaba, yo sabía que usualmente su equipo ganaba y me gustaba estar en su grupo de trabajo pues en nuestras colaboraciones siempre éramos los mejores.
Estudié con Rodolfo toda mi primaria y secundaria. Compartimos los mismos maestros y grupos durante esos 9 años, pero no fue sino hasta finales de la secundaria donde me percaté de que quería realmente -y con profunda convicción- llegar a ser su gran amigo. Un amigo para toda la vida.
Por azares del destino, mi suerte estaba echada y ante el divorcio de mis padres a mis 15 años, tuvimos que abandonar el pueblo en el que vivía. Mi amistad con Rodolfo, irremediablemente y como se puede adivinar, no prosperó.
Llegué a Cancún y ante la gran cantidad de cosas por hacer, trámites por efectuar y gente nueva por conocer, mi pretensión de profundizar la amistad con Rodolfo quedó en el aire. Algunos años después, ya estando en la Universidad, investigué su domicilio en Oaxaca y lo contacté. Nos escribimos a lo sumo 3 cartas y cesó de aquel lado la correspondencia. Ya no insistí.
Hoy, con la discusión que tuve con su hermano Daniel, me di cuenta que estoy cayendo en el mismo error que con Rodolfo, tratando de ser “forzadamente” su amigo y hay una especie de desconexión tal que mi ánimo, después de la discusión que ha dado pie a este escrito, ha quedado exhausto y vacío.
He visto como se maneja Daniel con el buen Xico (de quien les debo líneas) y debo confesar que me provoca envidia el ver lo bien que se llevan. Xico obviamente no ha convivido con Daniel en la misma forma que yo (trabajamos en la misma empresa, compartimos departamento, gastos y hasta diversiones). No me gustó la forma en la que justificó Daniel ese bienestar argumentando “él tiene atenciones” ¡carajo!, tampoco se trata de hacerle la barba ni de ser condescendiente ¡si sólo se trata de amistad!, pero todo esto me obliga a pensar si no tendré problemas de autoestima tratando de buscarle el modo ó si de plano sea excesivo este interés de mi parte en cultivar la amistad.
Bien dicen que los amigos son los hermanos que se escogen, pero siento que hay un aspecto que se tiene que considerar y es la química que también debe existir entre éstos. Es decir, no sólo hay que escogerlos sino estar en la misma frecuencia, tener similitud en formas de pensar y posiblemente hasta en gustos. Encontrar todo esto en una persona es harto complicado y presiento que (con cierta tristeza lo digo) no es algo que esté encontrando en Daniel y seguramente tampoco él en mi.
Las discusiones a las que hago alusión son siempre por estar a la defensiva, por justificar lo injustificable, por tratar de tener siempre la razón. Le he dicho que a veces no sé que pensar con él, si soy su enemigo ó si existe alguna competencia de la que no estoy enterado y aunque aparentemente no hay tal, no encuentro razones válidas para estos dimes y diretes que al final no llevan a ningún lado. No soy una mala persona, la llevo bien con los demás, me aprecian y quieren. Tampoco soy una perita en dulce pero siento que me adapto muy bien con la gente que me aprecia y es chistoso (me cae que tengo que encontrarle lo cómico al asunto) pero Daniel me argumenta que sólo yo le hago sacar esa forma de ser y ocurre lo mismo de este lado: nadie hasta ahorita, me había provocado tantos sentimientos encontrados.
Es curioso y no lo sabe pero, siempre que ocurren estas peleas, me siento más solo que nunca añorando tiempos y personas pasadas que no volverán. Finalmente y como conclusión temporal, no quiero pensar más en esto, asi que hoy y después de haber tenido este mal rato…deveras, quiero dormir cansado.
Estudié con Rodolfo toda mi primaria y secundaria. Compartimos los mismos maestros y grupos durante esos 9 años, pero no fue sino hasta finales de la secundaria donde me percaté de que quería realmente -y con profunda convicción- llegar a ser su gran amigo. Un amigo para toda la vida.
Por azares del destino, mi suerte estaba echada y ante el divorcio de mis padres a mis 15 años, tuvimos que abandonar el pueblo en el que vivía. Mi amistad con Rodolfo, irremediablemente y como se puede adivinar, no prosperó.
Llegué a Cancún y ante la gran cantidad de cosas por hacer, trámites por efectuar y gente nueva por conocer, mi pretensión de profundizar la amistad con Rodolfo quedó en el aire. Algunos años después, ya estando en la Universidad, investigué su domicilio en Oaxaca y lo contacté. Nos escribimos a lo sumo 3 cartas y cesó de aquel lado la correspondencia. Ya no insistí.
Hoy, con la discusión que tuve con su hermano Daniel, me di cuenta que estoy cayendo en el mismo error que con Rodolfo, tratando de ser “forzadamente” su amigo y hay una especie de desconexión tal que mi ánimo, después de la discusión que ha dado pie a este escrito, ha quedado exhausto y vacío.
He visto como se maneja Daniel con el buen Xico (de quien les debo líneas) y debo confesar que me provoca envidia el ver lo bien que se llevan. Xico obviamente no ha convivido con Daniel en la misma forma que yo (trabajamos en la misma empresa, compartimos departamento, gastos y hasta diversiones). No me gustó la forma en la que justificó Daniel ese bienestar argumentando “él tiene atenciones” ¡carajo!, tampoco se trata de hacerle la barba ni de ser condescendiente ¡si sólo se trata de amistad!, pero todo esto me obliga a pensar si no tendré problemas de autoestima tratando de buscarle el modo ó si de plano sea excesivo este interés de mi parte en cultivar la amistad.
Bien dicen que los amigos son los hermanos que se escogen, pero siento que hay un aspecto que se tiene que considerar y es la química que también debe existir entre éstos. Es decir, no sólo hay que escogerlos sino estar en la misma frecuencia, tener similitud en formas de pensar y posiblemente hasta en gustos. Encontrar todo esto en una persona es harto complicado y presiento que (con cierta tristeza lo digo) no es algo que esté encontrando en Daniel y seguramente tampoco él en mi.
Las discusiones a las que hago alusión son siempre por estar a la defensiva, por justificar lo injustificable, por tratar de tener siempre la razón. Le he dicho que a veces no sé que pensar con él, si soy su enemigo ó si existe alguna competencia de la que no estoy enterado y aunque aparentemente no hay tal, no encuentro razones válidas para estos dimes y diretes que al final no llevan a ningún lado. No soy una mala persona, la llevo bien con los demás, me aprecian y quieren. Tampoco soy una perita en dulce pero siento que me adapto muy bien con la gente que me aprecia y es chistoso (me cae que tengo que encontrarle lo cómico al asunto) pero Daniel me argumenta que sólo yo le hago sacar esa forma de ser y ocurre lo mismo de este lado: nadie hasta ahorita, me había provocado tantos sentimientos encontrados.
Es curioso y no lo sabe pero, siempre que ocurren estas peleas, me siento más solo que nunca añorando tiempos y personas pasadas que no volverán. Finalmente y como conclusión temporal, no quiero pensar más en esto, asi que hoy y después de haber tenido este mal rato…deveras, quiero dormir cansado.
12 comentarios:
David...
Ya hablos un poco al respecto.
Vive mi amigo!.
Caray....sabes que te aprecio y deseo que seas los mas humanamente feliz que se pueda!.
Muchas veces la forma de ser de la gente que nos rodea es por la actitud tan pobre con que ven la vida. No dejes que la negatividad de esa gente afecte tu estado de animo. Sonriete, riete de ti mismo!. Caramba.
Te es dificil arrancarte memorias pasadas fuertemente atrincheradas?. Intenta!.
Te mando un caluros abrazao.
Aqui estamos a 1 grado de temperatura.
Por siempre; Jose Caro.
Caigo en la cuenta mi estimado José (y se lo dije ayer a Daniel) que le doy demasiada importancia a lo que me dice. Es hora de minimizar esa importancia a lo que me comente, pues como todos, nunca tiene SIEMPRE la razón.
Por otro lado, cuando llegues a amar con la intensidad con la que yo lo hice, verás que casi 10 meses no son suficientes para olvidar ni arrancar memorias y menos cuando lo que viví, fue hermoso (independientemente del final), pero el intento se hace, dia con dia...créeme.
Saludotes más cálidos que lo que vives allá jeje.
Davis,
Ay Davis...
Según yo, te había dejado un comentario aquí, pero parece que se lo tragó un abismo negro del Cyberspace.
Yo te comprendo, más de lo que te imaginas.
Ya te contaré.
Abrazos solidarios,
M
Buena noche mi estimado Sr. Nyman
Por aqui ando nuevamente, GRACIAS por su comentario y me da gusto que le halla agradado...
Sabe la vida es tan maravillosa, mágica... se puede apreciar hasta el mínimo suspiro,el aletear de una ave, cuando se esta enamorado, cuando se entrega realmente, cuando no piensa en el bienestar de uno mismo, sino en el bienestar de la otra persona... y por la forma en la que se expresa Usted guarda en un lugar especial de su corazón a ésta persona, le afecta porque aun es parte de su sentir y es cierto lo que dice aun y cuando pasen los dias meses y porque no años, se queda un mar de recuerdos...
Un consejo tomelo con calma, respire profundo y piense en las cosas bonitas que ha vivido con ésta persona, NO SE AMARGUE, quedese siempre con las cosas buenas y trate siempre de que las cosas buenas sobrepasen a las cosas malas, recuerde NADIE es perfecto y desafortudamente o afortudamente las personas cambiamos y hay que seguir nuestro camino ANIMO, es parte del juego llamado VIDA. Dormir le va a hacer muy bien.
atte
Retraido
Saludote :-)
Tomo su buen consejo, estimado Retraído, de hecho en estos últimos días he dormido un poco más de lo normal y al parecer mi estado de ánimo ha ido en lenta recuperación pero algo es algo, no cree?
Y si, la vida es maravillosa. Coincido plenamente.
Cuentame Canito, cuéntame...que si alguien me acompaña con alguna vivencia similar, será reconfortante ja!
por fin!!!
David que gusto leerte, que padre que en esta vida tan loca, rápida llena de trabajo, escuela, esposa, hijos y muchas responsabilidades más te des un tiempo para compartirnos de tus vivencias, puedes decir mil cosas, y podrán pasar mas de las que dices pero sabes: te estimo demasiado y estoy muy contento de ser parte de tus vivencias, siempre estaré aquí...
Somos muy diferentes pero ahora con mi nuevo trabajo estoy seguro nos llevaremos mejor.
Por cierto the notebook una de mis películas favoritas.
Jaja!
Danielito, Danielito...
Ya te estabas tardando en aparecerte.
Prometo análisis conscienzudo sobre THE NOTEBOOK...
Por lo demás, júralo que confío plenamente que con esta nueva chamba hablemos de otras cosas y no de las mismas.
Y no creas, también te estimo mucho jaja.
Saluditos (y date tus vueltas seguido)
A pesar de que este contenido temático referente a tu amigo Daniel (Bonito nombre por cierto) ya es de hace mucho tiempo atrás,aquí expreso un modesto comentario al respecto; sobretodo porque me identifico con el caso expuesto:
Yo pienso que algunas veces nuestros amigos nos escogen, otras veces nosotros los escogemos a ellos y en ocasiones "ambos" no sabemos en que momento nos escogimos. También pienso que además de la química, la empatía es un aspecto fundamental para el crecimiento y mantenimiento de una verdadera amistad... si la empatía no esta presente o lo está en un bajo nivel ocurre lo que Daniel reclama " más atención", ya que desde su percepción el concibe lo merece, y desde tu percepción piensas "pero si solo es una amistad" tal vez valdría la pena antes de dormir cansado hubieras reflexionado al respecto. Sin embargo sin duda alguna observo que después del dormir cansado hay un despertar más relajado.... pués de la manera en que tu te expresas de daniel, alcanzo a distinguir que los dos son Grandes amigos y eso me da mucho gusto. Lo mejor de la amistad es el poder estar cerca lo más cerca posible para apoyarse, consolarme, animarse, divertirse y compartir muchas otras cosas más. Para los que hemos tenido la fortuna de contar con un amigo VERDADERO aun cuando la cercanía física no e posible la cercanía emocional es fundamental- No importa que se te a 3,000 km. de distancia... el amigo verdadero siempre estará cerca cuando se le necesite.... no importa cómo ni cuando.
Con cariño,
Cristina
Hola Geidy (me gusta más este nombre, como que se me hace más dulce que Cristina jeje)
Ha habido varias pláticas con Daniel al respecto. Ayer precisamente tuvimos otra. Hay mucho orgullo (de ambas partes, reconozco) que provoca que ninguna ceda y los problemas (aunque menores) persistan.
Pero ya prometió que tratará de cambiar jaja...así que confío en su nueva promesa.
Lo estimo bastante como para echar a perder una amistad, asi que en ese sentido hay dispocisión también de este lado.
Gracias Geidy y saludos a "tu" Daniel...=)
Hola Nyman,
Gracias por leer este comentario. Hoy no tengo tantos ánimos para echar mucho rollo, así que solo te agradezco que te hayas tomado el tiempo de contestarme.
Hasta pronto,
Cristina
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