22 enero 2007

Suspenso de buen nivel: 'Un amigo como Harry'

Yo quiero un amigo como Harry. Tal vez mi subconsciente quiere un amigo así. Y en determinado momento ¿quien nos puede decir que probablemente no sea ésta la premisa principal de la película francesa de Dominik Moll?


Ayer me divertí mucho viendo una cinta entretenida e inteligente, que intenta recuperar el sentido de las películas de antaño en el que las imágenes te llevan de la mano, te sorprenden y te arrancan nerviosas sonrisas como en el más clásico thriller o historia de suspenso; el detalle está en dejarse llevar por lo que se está viendo.

Lo cierto es que, Un amigo como Harry se mueve por terrenos que por ser conocidos, tienen el encanto de lo que gusta: humor negro, suspenso psicológico, atmósfera turbadora, una trama interesante y sobre todo, logra su cometido: entretenernos. ¿No les ha pasado que hay días en los que sienten que todo les sale mal?, ¿qué probablemente las personas que los rodean entorpecen o dificultan su deambular por la vida?... ¿ó simplemente que las condiciones monetarias de plano son tan precarias que uno cree no poder continuar?

Y es entonces cuando empezamos a jugar con ideas o sueños tales como el desear sacarnos la lotería, o encontrar a ese cuate de la escuela -el millonario-, que nos limpie el camino de piedritas y que nos haga la vida menos complicada con algún buen y extraordinario regalo, pero ¡oh realidad!, cuando despertamos de ese sueño esperanzador, estamos otra vez inmersos en cómo solucionar nosotros mismos esos problemas.

Bueno, pues el Harry de la película de Dominik Moll hace las veces de hada madrina, de mano mágica, un benefactor que no pide más que te desarrolles y seas exitoso, a costa de lo que sea. Nuestro Harry es el que hace el trabajo sucio, una especie de genio de la lámpara que te concede todo lo que deseas y hasta aquello que te daría miedo de sólo pensarlo. Harry es capaz de casi adivinar tus más obscuros deseos y llevarlos a cabo sin que tú muevas un solo dedo.

El actor español Sergi López (que encarnó recientemente al Gral. Vidal en la maravillosa El Laberinto del Fauno) da vida a Harry, un maduro ricachón que no tiene preocupaciones, que se la vive tratando de quitar complicaciones a las vidas de sus conocidos, que viaja en su auto BMW al lado de su despampanante chica y claro, con su visa oro; Harry va a todos lados y a ninguno, el asunto es no aburrirse y el dinero que le fue heredado, da para eso y mucho más. En cambio Michel y Claire son el fiel retrato de la familia clasemediera, con tres hijas pequeñas, con problemas de dinero y una relación sentimental que empeora día con día; Michel es el típico individuo que no sabe decir 'no', el tipo al que los padres se pueden entrometer en su matrimonio y que nunca hará nada por detenerlos aunque el descontento interno se incremente.

Es en un día extremadamente caluroso en el que Michel viajando con su esposa e hijas en su destartalado automóvil a la casa de verano, se encuentra con Harry en los baños de una gasolinera. Ambos fueron compañeros de estudios y aunque Michel no lo reconoce de inmediato, Harry sabe muy bien a quien tiene enfrente. Tan lo recuerda que se sabe de memoria viejos cuentos escritos por Michel en alguna etapa de su vida y lo sorprendente es que, bajo este motivo y por la admiración que Harry guarda a lo que leyó del puño de Michel, el millonario ha encontrado a quién ayudar, liberarlo de problemas y de paso, quitarse la aburrición que lo acompaña.

Dominik Moll dice que se inspiró en el estilo de Alfred Hitchcock para abordar esta historia, aunque lo cierto es que la manera en la que hace parecer lo absurdo como algo macabro, tiene reminiscencias mucho más recientes de cintas como La última cena (The last Supper) con Cameron Díaz o la irregular Malas Compañías (Very Bad Things) con la misma Díaz y Christian Slater y no creo exagerar al pensar que hasta de Fargo de los Hermanos Cohen; todas ellas películas en las que lo insólito se convierte en pesadilla de un minuto a otro.

Aunque contrario a lo que pudiésemos esperar, uno de los grandes aciertos de Un amigo como Harry es que nunca veremos ríos de sangre, ni aparecidos, ni mutilaciones ó imágenes desagradables que son clásicas en este tipo de cine. No, Dominik Moll opta por darle mayor peso y profundidad a la psicología de los personajes que es mucho más compleja e interesante que cualquier escena gore que pudiese mostrar.

Y es posible que a algunos les recuerde el estilo de Hitchock pues hay imágenes alucinantes como una persecución de autos en la obscuridad de la noche desplazándose por intrincadas laderas acompañadas de una música igualmente efectiva compuesta por David Sinclair Whitaker (un desconocido para nosotros pero con vasta experiencia en el campo de la música para cine de terror y suspenso), que evoca el estilo y acordes similares a los que solíamos escuchar en las cintas de Hitchcock.

Es el humor negro que permea a la cinta lo más interesante de ella. Sus bien cuidados diálogos así como el retrato de los personajes que funcionan por la cotidianidad que reflejan, haciendo que pensemos por instantes que estamos ante situaciones que bien podrían sucedernos a nosotros, en cualquier momento.

Y es también una ambigüedad que se percibe en la película la que logra atraparnos: ¿estamos viendo encarnado en Harry los deseos reprimidos de Michel?... ¿es real Harry o sólo es producto de la imaginación del protagonista?




Aunque ese final no es en absoluto ambiguo y pareciera de repente una bella postal, hay detrás un secreto espeluznante que les aseguro provocará que se deleiten de la emoción; yo de plano no pude menos que expresar: ¡que bien terminó la película!.

Un amigo como Harry ha desfilado con éxito por diversos festivales, incluso el actor Sergi López ganó el César 2001 al Mejor Actor por esta interpretación además de otro premio europeo y es que su labor como el psicópata es muy destacable. Complementan el reparto Mathilde Seigner (hermana de Emmanuelle Seigner, la flamante esposa de Roman Polanski) y Laurent Lucas como el atormentado Michel.

Es así como una cinta que posiblemente en manos de un director menos hábil hubiese resultado en una convencional y disparatada comedia, se convierte en un delicioso viaje al mundo de los deseos reprimidos y anhelos no realizados, todo cubierto bajo el manto de una pesadilla siniestra, digna del mejor cine de ese estilo. Mi recomendación es que si no tienen en mente algún título para rentar este fin de semana, ¡ya ni le busquen!

4 comentarios:

Miguel Cane dijo...

Harry está aquí para ayudar...

...Moll es bueno para crear atmósferas inquietantes (posteriormente se va más lejos con Lemming) y para buscar lo más retorcido en todos nosotros.

De hecho, cuando Harry hace ciertas cosas, no podemos evitar ponernos de su lado... y Sergi López es un actor estupendo.

Muy buena recomendación, Davis.

Roger Cortes Carrillo dijo...

Nyman:
Muy agradecidos por la enorme ayuda que nos das con tus comentarios y críticas sobre las producciones cinematográficas, pues de esa manera rentamos o acudimos a las salas cinematográficas con la seguridad de que disfrutaremos de una buena obra o bien, simplemente, cuando tus comentarios no son favorables, no acudimos o no rentamos los títulos que tu nos comentas.
En estas fechas, estamos ansiosos de conocer tu opinión sobre las producciones de nuestros connacionales, que fueron nominadas para el OSCAR.
Un fuerte abrazo
Inés u Roger

Anónimo dijo...

Canito, Harry es padre. Yo quiero un amigo así jajaja...Y nada me gustaría más que me pasara lo que a Michel, que se me apareciera un admirador de mis escritos y me dijera: ¿que quieres? ¿carro? ¿casa? jejeje...y me intriga Lemming, sobre todo porque al igual que tu me encanta la Rampling.
Abrazos Canito

Anónimo dijo...

Señor Roger, gracias...Y no se crea, de repente me han dicho que me llega a gustar cada churro que bueeeenoo! Pero de todo un poco abordaremos aquí. En vía de mientras y en cuanto pueda, trate de rentar ELSA & FRED con una actriz llamada China Zorrilla. Le aseguro que la disfrutarán muchísimo. Ya comentaremos sobre ella.
Abrazos a los dos.