04 enero 2007

Con Paty “Navidad” por favor…

Felipe, Margarita, Paty y yo

Me lleno de alegría sólo de pensar en escribir sobre ella y no me refiero a la actríz que personifica a Alicia en La Bella más Fea, sino a mi amiga Paty Hernández. Debo decir que me embargan sentimientos de especial agradecimiento y cariño y les cuento: Cuando la conocí, hacia el año 1994 (12 años ya) Paty era la clásica secre a la que media empresa detesta. Mi amigo (y compañero de la facultad) Felipe y yo, recién habíamos entrado a trabajar (a mitad de carrera de Contaduría) a este pequeño despacho de contadores en donde nos pagaban 5,000 mensuales: 4,250 en conocimientos y 750 pesos en dinero (Dios mío, ¡que recuerdos!)

Pero vuelvo a Paty; ella y su gran amiga y compañera Margarita (otra personita a quién estimo mucho) eran -por llamarlas tiernamente- "las villanas de la película". Ambas comían juntas, platicaban entre ellas, convivían…eran casi inseparables. La “maldad” de ambas residía básicamente en dos cosas: el poder decir NO cuando algo no les parecía (detallito que pocos toleran) y pecar en extremo de sinceras. Además y como aderezando esta especie de “poder” de Paty, de ella dependía el pago de la nómina, el control del fondo de ahorro (léase préstamos) y en algunas ocasiones, la captura de información que se volvía repentinamente urgente para los que ahí trabajábamos. pronto, Paty y Margarita prácticamente nos tenían dependiendo de su estado de ánimo sin que pudiésemos realmente chistar.

Pero el trato conmigo fue distinto. Con el paso del tiempo he llegado a pensar que lo que las acercó a mi fueron las condiciones en las que yo vivía en México en mi etapa de estudiante. Prácticamente viví solo en un apartamento, con mi familia lejos y se daban perfecta cuenta del esfuerzo que implica trabajar y estudiar, ver qué y donde comer y si se está enfermo arreglárselas como se pueda. Es así como empecé a percibir de entrada una desinteresada ayuda de parte de Paty para conmigo; si se me había acabado el dinero uno ó dos días antes del pago de nómina, Paty trataba de sacarme lo antes posible mi cheque. Si por alguna razón solicitaba yo un préstamo, no tenía que hacer antesala de días para que me lo otorgara y si algunas veces llegaba sin alimento en el estómago, me facilitaba el escaparme ó me traía la torta o la quesadilla.

Yo no olvido.

Permanecí en ese despacho alrededor de 4 años. Paty en cambio, lleva media vida trabajando ahí (le digo que ya es parte del activo fijo) y no le veo el ánimo de querer cambiar de empleo. Esto le redunda en algunos privilegios por la antigüedad que se ha labrado (ella sabe muy bien cuáles son) y entiendo perfecto la tranquilidad que le brindan en esta etapa de su vida. Sé que ha visto pasar por ahí a mucha gente, sobre todo estudiantes que aprenden lo que tienen que aprender y emprenden vuelo, como yo.

Mientras estuve ahí, mi convivencia con Paty fue muy agradable. Nos íbamos juntos a comer, nos aventábamos largas conversaciones y sabrosos chismes del despacho jaja. Como joven ejemplar que yo me consideraba, no tomaba ni fumaba pero recuerdo perfecto a Paty cargándome con mi amigo Felipe cuando en alguna fiesta de fin de año me llegué a marear lo suficiente con 4 ó 5 cervezas: “estoy consciente, sé lo que estoy diciendo” balbuceaba quien esto escribe mientras era llevado casi a rastras a la cama, al tiempo que me percataba, en mi patético vaivén, que Paty moría de la risa. Su desenfadada sinceridad también me provocó mi primer trauma en la moda pues cuando empecé a usar traje, decidí comprarme una corbata roja, su comentario no pudo ser más sutil: “esa corbata te aprieta”. Pensando yo que debía aflojarla un poco me llevé las manos al cuello y me aclaró: “no, David, te aprieta…te ves más moreno, pues” jajaja, hoy lo recuerdo y me boto de la risa, sin embargo ya no uso corbatas rojas, querida Paty y no es reproche. Así que me convertí orgullosamente en “su niño” y digo orgullosamente porque Paty siempre me dijo que ella no era de tener muchas amistades, que eran contadas las personas a las que prodigaba su cariño y amistad, así que me considero un afortunado.

Paty es madre orgullosa. Tiene dos hijos (ya unos flamantes jovencitos, por cierto), la mayor se llama Carolina y al más peque le apodan de cariño Tachi. La primera, brillante estudiante es fan de El Señor de los Anillos (como yo) y el segundo ya goza de una inusitada fama de mujeriego (al menos eso me contaron). A ambos los volví a ver recientemente a propósito del festejo de 25 años de casados de sus papás (todo un logro) y me dio tremendo gusto ver la unión familiar que se respira.

Con mi salida del despacho y regreso a Cancún en 1998, nuestra comunicación se ha ido haciendo cada vez menos frecuente. Siempre lo atribuyo al trabajo y a la falta de tiempo y de hecho es así, pero además mis continuos despistes hacen que mis buenas intenciones se queden sólo en ello y al final no le he marcado con la frecuencia que desearía.

Pero ella sabe que aquí estoy y yo sé que también cuento con ella.

Hoy le llamé por teléfono. Le deseé un muy feliz 2007. En algún momento de la conversación, me quedé en silencio y le dije: “Emm, Paty…”, me dijo: “¿qué pasó?”, contesté: “No, nada…ya se me olvidó ja!”; pero no hay tal olvido así que aprovecho estas líneas para decirle lo que no le dije hace un rato: Te quiero mucho Paty y espero que todo sea perfecto para ti en este año que comienza al lado de tu hermosa familia. Ojalá algún día me concedas el privilegio de ser tu anfitrión en Cancún para llevarte a pasear y recompensar aunque sea mínimamente con este detalle, todo lo bien que me trataste y el cariño que me prodigas. Brindaré por ti a la distancia el próximo 9 de febrero, fecha en la que celebras tu (por cierto, inminente e irrenunciable) cumpleaños, así que…¡Muchas Felicidades querida Paty!

Atte.

Tu niño.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE TE PUEDO DECIR DAVID...QUE BELLO Y QUE PADRE QUE CONSERVES ESA AMISTAD,ES GRATITUD,ETC PARA CON ELLA PASADO EL TIEMPO Y DISTANCIA
TAMBIEN SE DE ESO DE ENTRAR NUEVO A UNA OFICINA Y ANDAR BIEN PEZ PERO POR LO VISTO HAY SIEMPRE ALGUIEN ASI COMO TU PATY EN ESOS LUGARES...JE,JE YO RECUERDO A DOÑA GILDA PAVIA DE LA JURISDICCION QUE CONOCI CUANDO LLEGUE A LA SECRETARIA DE SALUD EN 1994...ERA COMO LA MAMA PARA TODOS LOS NUEVOS JOVENZUELOS DE LA OFIS Y PUES AUNQUE NUNCA ME CARGO MEDIO SERVIDO POR LAS CHELAS...JA,JA,JA....SI ERA DE ACONSEJAR
CUIDAR Y ORIENTARNOS...EL CANCER DE ESTOMAGO PROPAGADO A OTRAS PARTES DEL CUERPO SE LA LLEVO UN 9 DE MAYO DE 1997 PERO AUN LA RECUERDO CON GRATO CARIÑO...AUCH YA ME PUSE NOSTALGICO.....

Nyman dijo...

¿Creeras que Paty todavia no lee el comentario? Jeje, en fin, ya lo leerá o la obligaré a hacerlo en un rato que regrese yo al DF. Y si, en nuestras vidas siempre habrá alguien que nos eche la mano muy en especial...A Paty le guardo mucho cariño, como seguramente a muchas otras personas que me han ayudado.

Como usted mero (angel guardian).

Nyman

Anónimo dijo...

Snifff... snifff... no se por qué me hiciste chillar..bueno sí lo sé.. snifff... sniff...

Qué bonito que escribes... pero más bien lo hermoso es lo que traes dentro de tu corazón.

sniff... snifff. por cierto de esta manera te recuerdo en mi mente, no sé porque- bueno sí se porqué ( me refiero a tu fotografía).

Algún día me gustaría contarte también de mis "angeles guardianes"- Extraordinarias y extraordinarios por cierto.

Anónimo dijo...

Geidy, gracias por andar escarbando en estos temas que ya andan archivados con el paso del tiempo...

Si a Paty le guardo mucho cariño..apenas entrò a leer el post y creo que la emocionè con lo que le dije y no es mas que la verdad.

Es curioso no? los estragos que causan la edad y el tiempo jajaja YA NO LUZCO ASI PARA NADA!

Abrazos de nuevo, Geidy.