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(Debí decir que SI y me quitaba de problemas...pero ahi voy como siempre a escarbarle). La pregunta me dejó frío. Primero, no supe bien que responder ante el cuestionamiento...después pensé: “Bueno, algo ha ocurrido en esta etapa de mi vida que la libido ha andado arriba de lo ‘normal’ (entendiéndose este término como el promedio que he manejado de una buena cantidad de años para acá)”; el caso es que, derivado de estas conductas, respondí que sí, que sí lo era (vaya pues, lo siento y lo veo).
De hecho fui a más. Le detallé un poco en qué consistía ese incremento en la emoción (que ya a ratos me da por llamarla angustia) sexual y que especialmente en el momento en el que me llegó el mensaje yo andaba particularmente ansioso (piensen lo peor, sí aplica). Después proseguí diciendo que esto no se traducía necesariamente en que la cantidad de veces al día en las que yo caía en estos hervideros, resultarían en las mismas veces al estar con alguien (si alguien se está perdiendo, me avisan y me regreso); es decir: no porque ande especialmente con la temperatura arriba 2 ó 3 veces al día se traduciría en las veces que terminaría teniendo relaciones si tuviese una pareja.
Y seguí explayándome: Mi humanidad puede responder de inmediato a ciertas personas y con otras no; con estas últimas debería haber un jugueteo previo (siempre y en todos los casos sesión de besos irremediablemente incluida). Dije también que todavía me sobran dedos de las manos para contar las personas con las que he tenido que ver sexualmente; también dije que podría afectarme el estrés en determinado momento (me ha ocurrido sin que hasta la fecha sienta que requiera viagra) y que el sexo para mi es sólo complemento, no es algo que me rija (como sí ocurría con mi primera pareja, dicho sea de paso) y concluí mencionando que funciono mejor si no tengo que cumplir con una cuota sexual estipulada y dejar simplemente que todo fluya sin la mayor presión.
Hace tiempo realicé un comentario que ya es del dominio público diciendo aquí que muchas veces prefería una espléndida sesión de besos que una revolquiza sexual (perdonen el vocabulario, pero hay que darle variedad a la terminología del post haha) y es cierto, soy una gente sensible, sentimental que disfruta el sexo siempre y cuando venga acompañado de un involucramiento emocional y no sólo por pasar el rato con gente de ocasión y lo sigo sosteniendo (subrayando que esto de los besos invariablemente me lleva a lo otro).
Debo pues reconocer que la pregunta me dejó frío porque presentí que la otra persona pudiera tener una apetencia sexual mucho más fuerte que la mía y ese sólo hecho, me espantó. Hace algún tiempo viendo un capítulo de Six Feet Under, el personaje de Brenda (mujer alocada que conoce íntimamente al protagonista de la serie en un cuarto de servicio del aeropuerto) expresaba -en un capítulo- su hastío con su última pareja sexual pues éste disfrutaba con juegos de sometimiento y demás bellezas: “quiero a alguien normal, con sexo común y corriente como los demás” se decía Brenda a solas con cierto dejo de desesperanza y fastidio después de haber hecho cuanta correría se imaginen con su vida sexual.
Creo que algo así me pasa a mí (y aclaro: sin haber hecho de mi cuerpo un desmadre). Todo tal vez derivado de una búsqueda de una estabilidad sentimental que me permita la tranquilidad de tener a alguien que se sienta satisfecho conmigo y que yo no esté con los temores de estar pensando que hay un horno de microondas en su cuerpo que no le permite estar en paz y en monogamia; lo anterior (aclaro nuevamente) expresado con respecto a mis intereses actuales y no por la persona que me cuestionaba, que ni siquiera le conozco en ídem.
Estos mensajes de revelamiento de mi sexualidad, fueron enviados alrededor de las 4 am por celular y a este momento, no me han sido contestados. Sinceramente no estoy pensando mal, es sólo que reconozco que me hubiese encantado que todos estos aspectos se dieran o descubrieran por si solos durante la convivencia y que ahorita no me sintiera con una probable etiqueta en la frente antes de haberme visto esta persona siquiera el rostro.
Siento pues, que demasiada información dada antes de una convivencia real, puede quemar el cartucho de la emoción que se genera al ir descubriendo a alguien, que uno puede -ocurre, me cae- en determinado momento, comportarse de una manera muy distinta con otra persona; y cabe decir que toda esta maraña de ideas está siendo aderezada mientras termino de escribir con una vocecita con eco que escucho a lo lejos que me murmura con aire sarcástico: “¡erees insegurooo!”
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(Debí decir que SI y me quitaba de problemas...pero ahi voy como siempre a escarbarle). La pregunta me dejó frío. Primero, no supe bien que responder ante el cuestionamiento...después pensé: “Bueno, algo ha ocurrido en esta etapa de mi vida que la libido ha andado arriba de lo ‘normal’ (entendiéndose este término como el promedio que he manejado de una buena cantidad de años para acá)”; el caso es que, derivado de estas conductas, respondí que sí, que sí lo era (vaya pues, lo siento y lo veo).
De hecho fui a más. Le detallé un poco en qué consistía ese incremento en la emoción (que ya a ratos me da por llamarla angustia) sexual y que especialmente en el momento en el que me llegó el mensaje yo andaba particularmente ansioso (piensen lo peor, sí aplica). Después proseguí diciendo que esto no se traducía necesariamente en que la cantidad de veces al día en las que yo caía en estos hervideros, resultarían en las mismas veces al estar con alguien (si alguien se está perdiendo, me avisan y me regreso); es decir: no porque ande especialmente con la temperatura arriba 2 ó 3 veces al día se traduciría en las veces que terminaría teniendo relaciones si tuviese una pareja.
Y seguí explayándome: Mi humanidad puede responder de inmediato a ciertas personas y con otras no; con estas últimas debería haber un jugueteo previo (siempre y en todos los casos sesión de besos irremediablemente incluida). Dije también que todavía me sobran dedos de las manos para contar las personas con las que he tenido que ver sexualmente; también dije que podría afectarme el estrés en determinado momento (me ha ocurrido sin que hasta la fecha sienta que requiera viagra) y que el sexo para mi es sólo complemento, no es algo que me rija (como sí ocurría con mi primera pareja, dicho sea de paso) y concluí mencionando que funciono mejor si no tengo que cumplir con una cuota sexual estipulada y dejar simplemente que todo fluya sin la mayor presión.
Hace tiempo realicé un comentario que ya es del dominio público diciendo aquí que muchas veces prefería una espléndida sesión de besos que una revolquiza sexual (perdonen el vocabulario, pero hay que darle variedad a la terminología del post haha) y es cierto, soy una gente sensible, sentimental que disfruta el sexo siempre y cuando venga acompañado de un involucramiento emocional y no sólo por pasar el rato con gente de ocasión y lo sigo sosteniendo (subrayando que esto de los besos invariablemente me lleva a lo otro).
Debo pues reconocer que la pregunta me dejó frío porque presentí que la otra persona pudiera tener una apetencia sexual mucho más fuerte que la mía y ese sólo hecho, me espantó. Hace algún tiempo viendo un capítulo de Six Feet Under, el personaje de Brenda (mujer alocada que conoce íntimamente al protagonista de la serie en un cuarto de servicio del aeropuerto) expresaba -en un capítulo- su hastío con su última pareja sexual pues éste disfrutaba con juegos de sometimiento y demás bellezas: “quiero a alguien normal, con sexo común y corriente como los demás” se decía Brenda a solas con cierto dejo de desesperanza y fastidio después de haber hecho cuanta correría se imaginen con su vida sexual.
Creo que algo así me pasa a mí (y aclaro: sin haber hecho de mi cuerpo un desmadre). Todo tal vez derivado de una búsqueda de una estabilidad sentimental que me permita la tranquilidad de tener a alguien que se sienta satisfecho conmigo y que yo no esté con los temores de estar pensando que hay un horno de microondas en su cuerpo que no le permite estar en paz y en monogamia; lo anterior (aclaro nuevamente) expresado con respecto a mis intereses actuales y no por la persona que me cuestionaba, que ni siquiera le conozco en ídem.
Estos mensajes de revelamiento de mi sexualidad, fueron enviados alrededor de las 4 am por celular y a este momento, no me han sido contestados. Sinceramente no estoy pensando mal, es sólo que reconozco que me hubiese encantado que todos estos aspectos se dieran o descubrieran por si solos durante la convivencia y que ahorita no me sintiera con una probable etiqueta en la frente antes de haberme visto esta persona siquiera el rostro.
Siento pues, que demasiada información dada antes de una convivencia real, puede quemar el cartucho de la emoción que se genera al ir descubriendo a alguien, que uno puede -ocurre, me cae- en determinado momento, comportarse de una manera muy distinta con otra persona; y cabe decir que toda esta maraña de ideas está siendo aderezada mientras termino de escribir con una vocecita con eco que escucho a lo lejos que me murmura con aire sarcástico: “¡erees insegurooo!”
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7 comentarios:
jajajaja, el inflable de pfizer muy adhoc con una ciudad tan sexual.
Me sentí muy identificado con el texto Davis pero si creo que uno debe decir lo que siente, aunque claro, siempre trae consecuencias, a veces no tan buenas pero otras mejores.
Un gustazo leerte señor =o)
Mein freund Neimann: ante una pregunta de ese tipo, formulada desde el principio, lo mejor es dar una respuesta clara (como fue la tuya) desde el principio, para que las expectativas queden claras desde el principio.
Saludos
Esta claro que ese "amistad" que formula esa pregunta a la primera de cambio se mueve con unas revoluciones por minuto muy claras...
La respuesta dependería de si quieres jugar al ajedréz o al bridge...
J.
OHHHHHHHHHHHHHHH
Ja ja ja. Me quedo con el comentario de Jeanne. Depende de quién pregunte! Un abrazo.
Tessitore, como siempre MAS PLACER el mio (para estar adhoc con el tema jaja) de verte por estos lugares...
Y efectivamente LO DIJE y las consecuencias fueron claras: sigo solo jajaja...
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Master FILI, así ocurrió...No sabes como me acordé de una pelicula que se llama SHORTBUS cuando viví toda esta anécdota...
Un abrazo enorme.
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Jeanne, como siempre tan atinada. Por eso decia SHORTBUS, porque es definitivo (y válido, como de que NO) que algunos le confieran una prioridad mayor a lo sexual que a otros aspectos de la personalidad de alguien...
Pero creo que gané una buena amistad jejeje
Besos Jeanne preciosa (por cierto, leí tu minihomenaje hermoso a ese mujeron llamado JULIETTE BINOCHE).
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Hola Jordi!
Sí, sí...parece que ahora la alta tecnología nos permite poner sobre la mesa esos aspectos de nuestra personalidad que antes de develaban con la convivencia. Y bueno, esto supone ventajas y desventajas...y quiero creer que por como sucedieron las cosas, fue lo mejor.
Abrazos Jordi...
mmmmmmmmmmmm..... ah....mmmmmmmmmm............ ah... mmmm. en fin...
Salu2
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