Con "S" de...

Andando en la facha total y viéndome al espejo me di cuenta que a veces 'lo especial' se me va al fondo del caño. Me baño, me peino, me lavo los dientes, busco la ropa adecuada (de preferencia manga larga jeje), los zapatos…me subo en ellos y en ese momento, en automático, como que me alejo del suelo emocionalmente hablando. Y lo ‘especial’ vuelve a aparecer.

Desde hace tiempo (muy chavo) me he sentido ‘especial’, y esto no está ligado (aclaro) con preferencias sexuales ni nada por el estilo jaja. Sentirse especial, en el más amplio sentido de la palabra, tiene que ver (creo yo) con suerte, oportunidades y actitud ante la vida. Me he dado cuenta por ejemplo, del poder de una sonrisa y estoy convencido que todo lo que hagas y cómo lo hagas, se te regresa en la misma proporción y línea.

Sé que todos somos especiales, pero algunos profundizamos en ello y sacamos provecho (en el mejor de los sentidos). Es una especie de sentirse ‘suertudo’ siempre confiando en que las malas cosas no pasarán y las buenas siempre estarán. Hace tiempo, mientras estudiaba en la Universidad una amiga me dijo: “tienes una estrellota en la frente y siento que te va a ir bien en la vida” (me cae que no lo dijo por Tatiana), sonreí porque de alguna forma, internamente, siempre lo he sabido. No soy alguien que se vanaglorie de sus logros (que los tengo) y siempre he valorado más a alguien que no es pretencioso y que no anda por la vida echando en cara –en plan de ‘soy la última coca cola del desierto’- todo lo que logra. Sin embargo, el enfoque que quiero comentarles sobre el ‘sentirse especial’ (que puede ser muy distinto del ‘SER especial’) en mi caso, tiene que ver con esos pequeños ‘grandes’ detalles que nos ocurren en nuestra vida cotidiana y que usualmente se coronan con esa conocida frase de ‘¡que suertudo soy!’.

Y es que son tantos los detalles que a veces no puedo sino maravillarme de las cosas extraordinarias que me ocurren. Conozco a personas extraordinarias: Miguel Cane, Paco Peña…recibo llamada desde Uruguay de mi nueva adquisición de amistad sincera: Patricia. Seres que ya estimo sin realmente conocerlos a fondo como el Inge Manuel y Beto, otros a quienes conozco muy bien como Ahkin, Daniel, Felipe y Norma, José y Luis, etc, etc… y más que no mencionaré por temor a dejarlos fuera de una realmente larga lista. Con el blog, se han aparecido en mi vida personas valiosas que me inspiran mucho como Mario, Mariluz ó Ben y demás visitantes que regularmente entran a leer lo que se me ocurre, la gran mayoría, seres de verdad especiales.

Me pasa por ejemplo, que cuando he ido a pedir empleo, me he quedado con ellos sin tanta complicación. ¡Uy! entrar a la UNAM viniendo de provincia fue un verdadero logro. Pedir mi cambio de campus y que me lo concedieran cuando todo apuntaba a que yo ni por error podría aspirar a Ciudad Universitaria; el no quedarme en el CUEC (tampoco hay milagros) pero después recibir invitación para escribir sobre CINE en un sitio (hoy desaparecido) en internet fue maravilloso. ¡Vamos! hasta vivir durante 7 años en el Distrito Federal ¡y nunca haber sido asaltado!. Si algo malo me ocurre, como que las fuerzas de la naturaleza conspiran para que eso que me causó tristeza ó maltrato reciba (aún sin yo desearlo) su merecido castigo y cuando me meto en complicaciones, 'algo' me protege y al final no me va tan mal como originalmente lo hubiese pensado.

Hace tiempo (más ejemplos) en la empresa se nos presentó una complicación con Hacienda y llegaron a embargarnos. El contador trató de disuadir al auditor para que no iniciara el proceso y de plano vino conmigo para decirme que no lo había logrado; le pedí me dejara intentar con la persona para ver si podía conseguir algo y…como por arte de magia y después de haber cruzados dos a tres palabras, zas! nos dieron oportunidad de regularizarnos haciéndose de la vista gorda jeje, casi me aplaudieron en Contabilidad cuando les dije que lo había conseguido…¡me sentí tan bien! =o)

Y es que si un día debo entregar un reporte importante y por azares del destino no lo hice, ese día mi jefe ó no vino a la empresa ó de plano le salió algún compromiso y ya no me pidió nada; los exámenes en la escuela, casi siempre corrí con suerte (los días que me esforzaba, no aplican para estos efectos); buscar cajón en el estacionamiento para mi auto es cosa fácil (muy contadas ocasiones le sufro); en la intimidad, con la gente que he estado me he sentido a gusto tanto física como sexualmente y pienso: ¡vaya, no lo he hecho (del verbo conseguir) tan mal! jaja; si busco algún artículo me ocurre frecuentemente que llego y “es el último que nos queda”; la gente recuerda muy –pero muy- fácilmente mi rostro y si hablo por teléfono mi voz es reconocible de inmediato al grado que siempre expreso que no serviría yo para hacer bromas y mucho menos perpetrar un secuestro; todo lo cuál me hace sentir aún 'más especial' jeje...

Yo sólo espero que ahora a partir de haber puesto esto aquí, toda esa “especialéz” (sic, palabra inventada por aquí su servilleta) no se me revierta y que el compartirles este pequeño secreto no resulte en "Súper Ego David", pues sinceramente no hay tal.

Y aclaro, la "S" del título es por “Special” (por aquello de leerme bilingüe), no por otra cosa…